Puente San Martìn- Rosario/Victoria |
La espectacular vista del río Paraná durante el cruce, es imperdible, y luego de 60 km de islas y riachos se llega a la ciudad, tranquila, antigua en algunas de sus construcciones y muy acogedora.
Rìo Paranà,Puente San Martìn |
Playa Victoria |
Tierras
ocupadas desde tiempos remotos por los indios minuanes, cuyo asentamiento
habría persistido hasta mediados del Siglo XVIII, las extensiones sobre las que
se alzaría con posterioridad la ciudad, fueron durante largo tiempo campo de
batalla entre nativos que defendían sus dominios y españoles que llegaban para
dominar.La desaparición de los minuanes se daría en forma paralela con la
ocupación de la zona del Cerro de la Matanza por otros grupos.
A principios de
1800, inmigrantes de origen vasco se localizaron en lo que se conocería como
Barrio V Cuartel o Barrio de las Caleras, dedicándose a la explotación de la
piedra caliza, lo que potenciaría al lugar permitiendo su crecimiento.
Llegaron
también por aquellos años inmigrantes italianos, en su mayoría genoveses,
quienes pugnaron por la construcción de una capilla, ya que debían recorrer
largos kilómetros hasta el poblado de Nogoyá para compartir la misa.
En este
contexto alcanzado por el sentido comunitario, en junio de 1809 los vecinos de
La Matanza, liderados por Salvador Joaquín de Ezpeleta, inician un expediente
de fundación del pueblo que, luego de varias resoluciones favorables, sería
archivado en 1810 debido a los sucesos acaecidos por aquellos tiempos en Buenos
Aires. No obstante, el 13 de mayo de ese año se bendeciría e inauguraría
finalmente el Oratorio dedicado a Nuestra Señora de Aranzazu.
Para 1826 ya
había sido determinado el alcance del ejido municipal, elevándose el poblado a
la categoría de Villa y efectuándose el trazado de las calles; y en 1829 un
decreto del entonces gobernador de Entre Ríos, Juan León Solá, cambiaría el
nombre original de La Matanza por el de Victoria.
Victoria
alcanzaría el rango de ciudad el 8 de noviembre de 1851 por decreto del General
Urquiza, y siempre bajo el Patronazgo de Nuestra Señora de Aranzazu.
(fuente:Mun de Victoria)
Frente a la plaza principal, San Martín, en el centro de la ciudad, está la Basílica Nuestra Señora de Aranzazu, es una pequeña joya arquitectónica característica del arte romántico del medioevo, esta iglesia fue inaugurada en 1875, combinando dos estilos de imponencia: el romano en el exterior y el barroco en el interior.
Dos torres
macizas y sólidas caladas por pequeñas ventanillas, dos campanarios,una
majestuosa cúpula, una cruz latina sobre el altar, un rosetón mimetizado con el
vitral clásico, y un interior decorado por sofisticadas pinturas de Juan
Augusto Fusilier, hacen a su estructura particular.
Escuela Normal Osvaldo Magnasco |
Escuela Laprida |
La ciudad cuenta con una variedad de instituciones escolares, de todos los niveles (inicial, primario, secundario y terciario) y de carácter público como privado. Tambièn se puede disfrutar de las termas, en las afueras de la ciudad.
Por la ruta 11 está
la Abadía del Niño Dios. En 1899 llegaron a la zona los monjes Benedictinos,
procedentes de Francia, forjadores de la actual Abadía del Niño Dios, primer
monasterio de estas características asentado en Hispanoamérica.
Los monjes de
esta orden conservan un voto fundado en la oración y el trabajo. Y es
justamente su tesonera labor la que ha dado origen a una reconocida industria
artesanal de productos naturales.
La apicultura
es uno de los aspectos destacados. A consecuencia de ello se han derivado
subproductos como la miel, jaleas y el prestigioso licor monacal, cuya formula
milenaria permanece en estricto secreto.
La Abadía tiene
una amplía hospedería, que funciona también como casa de retiros, y es un
centro de peregrinaciones donde confluyen visitantes de diversos lugares del
país, especialmente los días domingos, a quienes se brinda atención espiritual
y sacramental.
Hay variada hotelería
y en época de carnavales la ciudad se viste de fiesta, tanto en el Casino como
en las calles, ya que las comparsas son la atracción principal de enero y
febrero.
Museo del ovni
A comienzos de
la década del '90, la gran cantidad de extraños avistamientos originó que los
medios de comunicación, nacionales e internacionales, se hicieran eco de los
testimonios registrados por sus colegas locales, quienes en varias
oportunidades obtuvieron sorprendentes imágenes audiovisuales de los sucesos.
Todo ese
material conseguido en la zona de Victoria, filmaciones y fotografías, se
exhibe en el espectacular museo un sitio donde creer o creer.
Paseando por el centro de Victoria, a la hora de la siesta, como en todo pueblo, la gente descansa.
No hay nadie caminando por las calles de casas antiguas, ni en la
playa que bordea al brazo del río.
Costanera de Victoria |
©Silvia Vàzquez
Fotos:Silvia Vàzquez
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Muy lindo informe, un paseo de fotos e historia
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