viernes, 27 de octubre de 2023

Escritor invitado: Alberto Kloster- 30 años de Clemente de Caloi

 Clemente y la búsqueda del alma de la ciudad




El personaje "Clemente", creación del dibujante Caloi (Carlos Loiseau) se inicia en la tira "Bartolo" (última página del diario "Clarín", la de los chistes).
Clemente es el ayudante y compañero de Bartolo, un gordito bonachón que maneja un tranvía por las calles de la ciudad.

En 1973, año de inicio de la tira, los tranvías hacía un década que habían dejado de circular; por ende se observaba que la historieta apuntaba hacia la nostalgia del lector pues en dicha sociedad solamente los niños y adolescentes nunca habían viajado en aquellos tranvías. 
Además del humor, en la tira predominaba  -como recién mencionamos- el tono de una palpable nostalgia y una búsqueda poética.del Buenos Aires de antaño. Ese extrañamiento de la nueva ciudad, la conciencia y sorpresa de estar o haber perdido algo para siempre era una constante en aquella época. El humor televisivo expresaba esa inquietud. Personajes interpretados por Tono Andreu u Osvaldo Pacheco mencionan frases como ¿Qué te pasa Buenos Aires? o ¿Adónde vas Buenos Aires?, a las claras el nuevo y errático rumbo de la ciudad asombraba e inquietaba a todos. 

El humor y la identidad aparecían también de la mano de ·El Hombre de Buenos Aires", donde Carlitos Balá , caracterizado de manera pintoresca, particular y, específica en cada capítulo, e interrogado por Juan Caros Calabró, mostraba diferentes y distintas facetas de las actividades que se desarrollaban en la ciudad.

En Literatura la reflexión sobre la Ciudad recayó en un joven Juan José Sebreli, quien en un tono ácido escribió "Buenos Aires vida cotidiana y alienación", analizando las características de la ciudad donde había nacido y vivido. En televisión el programa "Yo soy porteño" exploraba esa identidad hecha de tangos e inmigrantes de todo el mundo y de todas las provincias; una identidad ya nostálgica de un Buenos Aires que indefectiblemente se iba alejando y perdiendo como los empedrados de la Ciudad.

Esa búsqueda de una identidad más contemporánea sumada a la nostalgia y melancolía de una identidad que trataba de no perderse o diluirse  fue el tono imperante en  la ciudad de Buenos Aires entre las décadas de 1960 e  inicio de los 70s. 
  
Años más tarde un ya escéptico Clemente preguntará:  "¿Se acuerda de cuando Corrientes era angosta? ¿Y de los tranvías? ¿Y cuando se bailaba el tango en las veredas?

Después empezaron a suceder las cosas incomprensibles porque vino Piazzolla y ensanchó Corrientes, prohibió el tango, eliminó los tranvías e inventó el smog. y nunca fue intendente". Era un retorno a la temática inicial de la tira, pero en tono más crítico y, como ya estaba vedada la crítica política, la culpa de todo recae en  Piazzolla, trasladando la temática  de aquella amarga polémica musical de la música ciudadana hacia la crítica social cotidiana e histórica. La polémica a la que aludimos se refiere a la música ciudadana, el tango, que estaba en una encrucijada: tango moderno o tango tradicional. 

Los protagonistas eran Astor Piazzolla, exponente de un tango más contemporáneo y, del otro lado aparecía un público y la crítica más tradicionalistas quienes se resistían a las innovaciones. Esa polémica, ese enfrentamiento le hizo demasiado daño al tango. Piazzolla terminó yéndose al exterior continuando allí su experimentación musical, pero, sin embargo,  los tradicionalistas y el público en general quedaron estupefactos cuando al poco tiempo falleció Aníbal Troilo "Pichuco", el bandoneón mayor de  Buenos Aires, y partir de allí a el mundo tanguero quedó paralizado.



Caloi en los inicios de la tira intentaba explorar  una mítica poética de la ciudad, movía el tranvía de Bartolo y Clemente por escenarios oníricos, mostraba  figuras emblemáticas, arquetipos de la ciudad; las callecitas con empedrado,  el guapo-malevo debajo del farol, el buzón de la esquina; era la atmósfera inasible del viejo barrio de tango y noviecita, un retorno utópico hacia  la ciudad anterior; poniendo en escena los encantos de aquella ciudad vieja, el sentimiento del arrabal; la melancólica belleza de las viejas calles de barrio, los zaguanes y los aljibes de los patios de baldosas. Es la ciudad en parte mítica y en parte real en un tiempo ahistórico; es el hechizo de la ciudad en el corazón de sus habitantes.

Era aquella misma ciudad idéntica a la deseada por Jorge Luis Borges, aunque los especialistas en historieta, y unicamente  por cuestiones ideológicas, mencionaban la temática de la tira "Clemente  y Bartolo" como heredera de la imaginación de Marechal; ante ello pues entonces digamos salomónicamente que Caloi abrevó en ambos escritores y en tantos otros que le habían cantado a la ciudad que se iba perdiendo en las arenas del recuerdo..




Un punto clave de la romántica reflexión metafísica de "Bartolo" ocurrió en la tira número 251, allí el conductor del tranvía comenta: "¿Dónde quedó la vida de los barrios? en algún tango, en algunos patios donde todavía se ceba mate, en algunos domingos de sol y de fútbol... y en alguno que, como yo, se estará preguntando ¿Dónde quedó la vida de los barrios? y tal vez se conteste: En algún viejo y solitario tranvía que ande por ahí"
El compañero de Bartolo,"Clemente", empieza a cobrar mayor protagonismo en la historieta por ello el título de la tira pasa a ser compartido por ambos personajes ("Bartolo y Clemente"). Caloi continúa dándole mayor relevancia a su pájaro favorito y en 1976 la tira pasa a llamarse "Clemente y Bartolo", el tranvía y su conductor van diluyendo paulatinamente su presencia y participación hasta que finalmente en 1982 Caloi decide rebautizar definitivamente su historieta llamándola simplemente "Clemente".   

"Bartolo" podría haber seguido circulando con su tranvía por muchos años, como las historietas protagonizadas por vikingos y picapiedras, pero como vimos Caloi decidió darle paulatinamente más protagonismo a Clemente hasta convertirlo en el titular de la tira. Por ello, cuando   las autoridades decidieron demoler infinidad de casas en los barrios más característicos, pintorescos  y tradicionales,para construir autopistas, ya no estaba Bartolo para remarcarles que estaban afectando el corazón y el alma de la ciudad; ya no estaba más Bartolo para homenajear y recordar a  esos  barrios con patios y malvones que ya  se irían perdiendo definitivamente y para siempre.

La tira también podría haber seguido con su estilo poético inicial, como veíamos en las historietas que dibujaba Heredia o en las actuales de Liniers, pero Caloi decidió hacerla cada vez más prosaica, anclar en la actualidad de la sociedad; hizo crecer a Clemente con su presencia más canchera y un pensamiento más moderno que el expresado por el melancólico Bartolo, y al tomar Clemente la temática futbolera, su popularidad alcanzó lo máximo que se podía lograr. En definitiva, "Clemente" se consagró popularmente.

-Alberto D. Kloster-

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