El 16 de octubre de 1854, en Dublin, Irlanda, nacía uno de los dramaturgos más respetados de la historia de la literatura, ese día llegaba al mundo Oscar Wilde. Como en esa época Irlanda pertenecía a la Reino Unido, Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde era considerado británico.
Su padre William Wilde era cirujano, oftalmólogo y arqueólogo, por su parte, su madre Jane Frances Agnes Elgee, era poetiza y abierta partidaria del nacionalismo irlandés. Oscar creció en ese ambiente de intelectuales y demostró estar a la altura de las expectativas, en su adolescencia ya hablaba francés y alemán. Hasta los 17 años estudió en la Port Royal School de Enniskillen para terminar su instrucción en el Trinity College donde se familiarizó con los clásicos de la literatura universal.
Mahaffy, su tutor, lo introdujo en el mundo de la literatura griega sobre la que escribió un artículo que le valió la medalla de oro de Berkeley. Esto lo hizo merecedor de una beca que le permitió continuar sus estudios en el prestigioso Magdalen College, de Oxford. Su poema 'Ravenna' lo hizo merecedor del 'Oxford Newdigate Prize', escalón fundamental para graduarse con el mejor promedio como Bachelor of Arts. Cuando su pareja Florence Balcombe lo abandonó para casarse con Bram Stoker, autor de Drácula, Oscar decidió abandonar Irlanda para limpiar su alma de dolor. Lo hizo de inmediato cuando conoció y se enamoró de Constance Lloyd, con quien tuvo a Cyril y Vyvyan Wilde.
De manera rotunda se presentó como un 'esteticista' cuando presento 'El retrato de Dorian Grey', una de sus obras mas célebres. Se convirtió en un sagaz acuñador de frases cortas y aforismos ingeniosos, al llegar a los puertos, cuando le preguntaban si traía algo, el respondía 'Solo mi mal genio'. En la cima de su carrera escandalizó a la pacata alta sociedad inglesa cuando tuvo un affaire con lord Alfred Douglas, hecho por el cual fue acusado de sodomía y enviado a la cárcel. Al ser liberado en 1897, estaba arruinado económicamente y desilusionado con la sociedad londinense por lo que abandonó el país rumbo a Francia.
Wilde pasó el resto de su vida en París donde abrazó el catolicismo y vivió con el nombre falso de Sebastián Melmoth. George Bernard Shaw dijo sobre este exilio, 'No debe olvidarse que, a pesar de que por cultura Wilde era un ciudadano de todas las capitales civilizadas, de raíz era un irlandés muy irlandés y, como tal, un extranjero en todas partes menos en Irlanda'.
Luego de su muerte se edita 'De Profundis' que sumada a sus 'La importancia de llamarse Ernesto', 'Requiescat', 'El príncipe feliz' y 'El fantasma de Canterville' lo ubican entre los mas respetados escritores de todos los tiempos.
Mi voz
Dentro de este inquieto, apresurado y moderno mundo,
Arrancamos todo el placer de nuestros corazones, tú y yo.
Ahora, las blancas velas de nuestra nave ondean firmes,
Pero ha pasado el momento del embarque.
Mis mejillas se han marchitado antes de tiempo,
Tanto fue el llanto que la alegría ha huido de mi,
El Dolor ha pintado de blanco mis labios,
Y la Ruina baila en las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta tumultuosa vida ha sido para ti
No más que una lira, un luto,
Un sutil hechizo musical,
O tal vez la melodía de un océano que duerme,
La repetición de un eco.
Oscar Wilde
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario