J.L.Marconetti con su escultura |
Esta mañana 1 de diciembre de 2023, celebrando el día del médico que será el próximo 3 de diciembre, se descubrió la escultura en honor al personal médico caído durante la epidemia de COVID, en la sede de la Asociación de Médicos de Gral. San Martín y Tres de Febrero.
Autoridades de hospitales de San Martín y Tres de Febrero (Castex, Carrillo, Belgrano, Bocalandro y Thompson) estuvieron presentes y recibieron plaquetas para los diferentes centros de salud hospitalarios. También estuvieron presentes médicos, residentes y público en general y el señor Secretario de salud de la Municipalidad de General San Martín, Luciano Miranda.
El recientemente galardonado con el Premio Cuna de la Tradición, escultor y artista plástico José Luis Marconetti, fue quien realizó la escultura, en cuyo interior hay una cápsula del tiempo que contiene elementos utilizados por el personal (guantes, jeringas, barbijos, etc) y un escrito de autoría de la escritora Silvia Vázquez,, junto con la lista de la Comisión directiva de la entidad.
Acto seguido se invitó a los presentes a un refrigerio para conocer los diez nuevos consultorios que se construyeron, para que residentes y recién graduados puedan , por un valor simbólico de alquiler , utilizar y atender pacientes.
Dirigió la palabra el señor Presidente de la Asociación de Médicos, Dr. Edmundo Filippo, quien destacó el trabajo realizado por todo el personal de salud.
DESCUBREN ESCULTURA
Palabras del escultor
Ángeles
de la vida
Cuando
el espanto en la vigilia llegaba a ellos, supieron desenganchar las cadenas que
atormentaban las almas enfermas. Algunos pacientes llegaban desesperanzados,
solos, sin una compañía que los acunara o les dijera que todo iba a estar bien.
Médicos, enfermeras, todos los que allí estaban eran su familia, quienes los
cuidaban, los animaban, los atendían y los escuchaban. A pesar de todo. A pesar
de la posibilidad de contagiarse, de estar como ellos, y hasta de morir por su
valentía.
Escondidos
detrás de máscaras, delantales, anteojos, guantes, quien llegaba a un hospital,
clínica o sanatorio, no podía conocer a su salvador hasta que por fin y si todo
salía bien, le daban el alta, tan esperada y le decían adiós. Recién ahí
podrían ver el rostro de esos ángeles que lo habían acompañado durante ese
tiempo.
Quienes
no tuvieron esa posibilidad de sobrevivir , jamás conocerían a quienes dejaron
horas de descanso por atenderlos, quienes prometieron y juraron sacarlos de ahí
pero no lo lograron, los mismos que lloraron cada pérdida, cada despedida.
Almas
enfermas, cuerpos enfermos, incertidumbre total ante la urgencia. Supieron dar,
dar y dar, recibir poco y escuchar cada tanto un aplauso lejano de los pocos
que comprendían sus trabajos.
Ángeles
del covid, les llamaría, ángeles de quienes suspiraban debajo de una mascarilla,
el oxígeno que los mantenía vivos. Los mismos ángeles que podemos cruzarnos hoy
en una calle cualquiera, sin siquiera reconocerlos para poder decirles
“gracias”. Esos ángeles anónimos contemplaron en dos años o más, muchas más
muertes que lo que verán durante toda su vida profesional: pero también han
sonreído, cuando el paciente salía caminando al encuentro de los suyos.
Eso
son, vida y muerte, control y espera, ánimo y desesperanza.Y a veces felicidad.
Eso
son, anónimos que hicieron por el otro, que sufrieron, que continuaron con sus
vidas a medias separados de los suyos y de lo suyo. Son ellos, los que merecen
un homenaje enorme porque estuvieron ahí, en el frente de batalla. Por ellos
aquí estamos, y quienes no están, saben bien cuánto han hecho, aunque jamás
puedan agradecérselos.
Son
ellos, los ángeles de la salud, salvadores.
©Silvia Vázquez
Muchas gracias Silvia por tu escrito que junto con otros elementos forman parte del contenido de la cápsula de tiempo. Emotivo homenaje al personal de salud caído en la pandemia de COVID 19. Me siento honrado de haber realizado la obra. J,L. Marconetti
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