viernes, 24 de abril de 2020

Escritor invitado: Néstor O. Salgado: "La necesidad de más diálogo en la familia"



La necesidad de más diálogo en la familia parece ser una frase suelta y quizás también se asemeja mucho a un viejo sermón de un predicador; pero a pesar de estar en el siglo XXI y sentirnos comunicados a través las redes sociales y otros medios electrónicos, el diálogo persona, a persona, especialmente con los niños y adolescentes está quedando a un lado.

Es natural ver cuando llegas a una casa y te sientas a charlar con la personas que allí están viviendo, de que la mayoría están con su teléfono celular, o computadoras sin atender cualquier tipo de conversación que se esté desarrollando con otros; en primera instancia deberíamos pensar que sea perdido el respeto por los mayores, antes generalmente mediante las palabras de los padres se transmitía las enseñanzas a las nuevas generaciones,los hijos aprendían mucho de los padres cuando los escuchaban y mediante la pregunta se retroalimentan sobre el conociendo de las cosas y la vida. Ahora directamente a muchos adolescentes no les interesa escuchar y participar genuinamente en el diálogo; parecen cautivados por esa pantallita blanca,más interesados en el chateo, mensaje de texto, o de audio, que en prestarle atención al Ser humano que los acompaña.

cómo padres debemos tener en claro que sí no tenemos una intercambio positivo, franco con nuestros hijos, otros le aconsejaran y seguramente lo que le dirán no siempre será edificante para sus vidas. y procura educarlo, le ocurre algo parecido al educador que en clase intenta de una y mil maneras que algunos chicos se interesen por los temas que se tratan, por ser educado con sus compañeros/as, por ser respetuosos con el personal educativo; la única brecha generacional que puede existir es aquella que permitimos que se ensanche por no fortalecer el diálogo y el buen trato con los demás.

Nosotros los mayores seguramente tenemos que escuchar más a nuestros hijos y nietos, generar ese puente de confianza que les permita tenernos como personas de las cuales pueden favorecerse en esta etapa de crecimiento, donde la personalidad busca fortalecerse, que desea ser reconocido, reconocida, tenidos en cuenta. Cuando no te sientas fuerte, piensa que Dios, tiene magníficos planes para tu vida, dice en su Palabra, la Biblia...

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 
(Jeremías 29:11)

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