viernes, 21 de abril de 2023

Periodismo turístico: Epecuén, Carhué y Cochicó

 Epecuén: entre el olvido y el recuerdo







Epecuén es el nombre de un pueblo turístico argentino, hoy en ruinas, ubicado en el partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires. La distancia desde la ciudad de Buenos Aires es de 537 kilómetros.


El matadero



Ubicado entre la ciudad de Carhué y las ruinas de Villa Epecuén, es uno de los mataderos más enigmáticos. Fue un emblema de la época e intentó seguir faenando pese a estar cercado por agua. En la actualidad, la naturaleza muerta que lo rodea, hace del paraje una postal idílica.

A mediados de la década del 30, Francisco Salamone proyectó y dirigió estas obras que se destacan dentro de la arquitectura de la ciudad.



Fue un arquitecto e ingeniero ítalo-argentino. Emigró siendo un niño hacia la Argentina. Luego, en apenas cuatro años, entre 1936 y 1940, construyó más de sesenta edificios en veinticinco municipios del interior de la Provincia de Buenos Aires. Los mataderos fueron obras funcionales en su representación arquitectónica. Uno de los principales exponentes es el de Coronel Pringles, cuya torre simboliza la hoja de una cuchilla. El ingreso al cementerio de Saldungaray también es una obra suya.

En el mismo ámbito podemos destacar el Palacio Municipal y El Cristo.


Laguna de Cochicó



Previo a llegar a Epecuén, visitar la laguna de Cochicó es otro punto interesante. Sus aguas corren hacia el norte flanqueando las sierras de Ventania. Cochicó, “agua dulce” en Mapudungun, está, sin dudas, en el top ten de los humedales, por extensión, rendimiento, accesibilidad, servicios y elección de los pescadores. La superficie total de agua en situaciones hidrológicas normales es de aproximadamente 60 mil hectáreas.

Cuenta con un Balneario “Lago Cochicó”. Además cuatro campings municipales dotados con todos los servicios -baños, duchas con agua caliente, canillas, mesas, parrillas. 


Villa Epecuén



Siguiendo por la ruta 60, se llega a la Villa Epecuén. En el año 1985, cuando las aguas de la laguna que llevaron al pueblo a su esplendor, crecieron e inundaron por completo el territorio, dejó de ser un centro turístico para convertirse en ruinas. Debido a las lluvias y a una serie de obras inconclusas, el muro que protegía a Villa Epecuén cedió y el lago la inundó. Sus habitantes fueron evacuados de emergencia y perdieron todo.




La zona tiene lagunas encadenadas, que van vaciando sus aguas a esta última, lo que provocó la tremenda inundación dejando el pueblo completo bajo agua por más de veinte años y como consecuencia de la derivación hacia la cuenca de aguas que originalmente fluían hacia el río Salado, sumado a la aparición de un ciclo intensamente lluvioso, determinó que el  espejo diminuto, elevase unos 10 metros su cota, transformándose en una laguna amplia, profunda y permanente.


Cementerio bajo el agua


Recién hace dos años, provocado por la sequía de la zona, se pueden apreciar las áreas de vestuarios y baños, piletones y toboganes de agua. Hacia comienzos de 2015 aún presentaba cerca de 19 km de longitud máxima y alrededor de 8 kilómetros en su mayor ancho. 


Las lagunas Encadenadas del Oeste son una cuenca hidrográfica endorreica situada en el interior de la provincia de Buenos Aires, más exactamente en el suroeste de la misma, próxima al límite con la provincia de La Pampa, en el centro-este de la Argentina. La laguna La Paraguaya evacúa sus superávits hacia el último espejo acuático de la cuenca, la laguna Epecuén, con la cual se unifican en épocas de crecientes extraordinarias formando un único cuerpo lacunar. La entrada se regula mediante un dique de tierra y una compuerta denominada Rolito. También recibe los aportes del arroyo Pigué, el cual captura la escorrentia de los faldeos de la sierra de la Ventana y de varios otros de menor relevancia.


La laguna Epecuén es el destino final de los excesos pluviales que ocurren en todo el sistema de las Encadenadas, al encontrarse en el punto de menor altitud de la misma (96 m s. n. m.), en el fondo de una amplia área con pendiente deprimida hacia su interior, por lo que le es imposible drenarlos; solo la evaporación hace disminuir su volumen. Esto hace que históricamente sea la que más ha sufrido las contingencias de la variabilidad de los ciclos pluviométricos, disminuyendo su superficie y elevando enormemente su salinidad, como respuesta a ciclos de lluvias desfavorables, o aumentando su superficie y reduciendo su salinidad luego de ciclos de acumulados superiores al promedio habitual.



Al estar concentrados sus componentes químicos, estos les conferían a sus aguas cualidades curativas, por lo que eran el destino de un flujo turístico que buscaba en ellas remediar sus afecciones respiratorias y dérmicas.




Posee una superficie de 16 030 hectáreas, conteniendo un volumen de agua de 1127 hectómetros cúbicos, profundidad media de siete metros y máxima de 10,5 metros. 

A las aguas de esta laguna se les ha atribuido importantes propiedades terapéuticas.

Actualmente a unos metros de la Villa hay una Complejo termal y lúdico habilitado, donde literalmente se flota en el agua, ya que las mismas llegan desde el lago.

La cuenca  de las lagunas cubre parte de los territorios municipales de Adolfo Alsina, Daireaux, Guaminí, Coronel Suárez, Saavedra, Puán y General La Madrid.


Epecuén proviene de la lengua mapuche, pero todavía hoy está en debate cuál es su significado. Una interpretación bastante aceptada es que deriva de "epe" (casi) y "cuen" (asar), debido al blanco que da la hipersalinidad del agua de la laguna.


El director argentino Nicolás Onetti, responsable de las elogiadas Abrakadabra y El juego de las 100 velas filmó -Los Olvidados, Cicatrices-, película protagonizada por Magui Bravi  en este pueblo fantasma de la Argentina que ofrece un escenario inmejorable para una historia que nos presenta a una banda de rock and roll anglo que vive su peor pesadilla.

En cuanto a la vegetación, la zona estaba conformada por el caldén, el algarrobo dulce, el chañar, el sombra de toro, molles y congorosas Estos bosques relictuales fueron mayormente destruidos.

La visita a la Villa se transforma en un perfecto ejercicio de imaginación, ya que en sus cuadras, se erigían hoteles, locales gastronómicos, escuelas, pistas bailables y una sucursal del Banco Provincia. A pocos metros de la vieja costanera, hay una plaza, que conserva las hamacas en pie pero destruidas por la sal y el agua.

La Arquitecta Francesa Ernestina María Leontina Allaire, casada con un noble polaco, construyó un castillo, que fue un chalet de veraneo, de allí que se le llamara Princesa.

Enterada de las bondades terapéuticas del Lago resolvió trasladarse a Carhué, donde ya estaba su hermano , propietario del Plage Hotel. Su construcción se llevó a cabo entre 1924 y 1925 convirtiéndose inmediatamente en la postal del Lago.

Su hermoso parque arbolado contenía una reproducción de la gruta de Lourdes, que junto a la edificación era uno de los sitios más visitados y postal obligada. Su dueña falleció en 1929 con lo que apenas llegó a disfrutarlo.

La avenida de Mayo es la arteria principal de la villa.  Ahí transcurría la vida de los pobladores, la “vuelta al perro”, el vermouth en las angostas veredas y los helados de Flamingo, como también las fábricas de alfajores y las casas de regalos.

Carhué




Para ir a Epecuén hay que recorrer casi 8 km desde Carhué. Es la capital Provincial del Turismo Termal y asimismo es cabecera del Partido de Adolfo Alsina. La ciudad de Carhué está ubicada al Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, a sólo 500 kilómetros de Capital Federal, 200 kilómetros de Santa Rosa (La Pampa) y 200 kilómetros de Bahía Blanca.

La mejor época para visitar Carhué en Argentina es de enero a abril, octubre a diciembre. En este periodo, hay una temperatura cálida y pocas precipitaciones.





Se pueden alquilar bicicletas. El camino es bastante amigable, casi todo llano. Si se recorre caminando, el tiempo estimado de visita es de dos horas. Hay que llevar agua, ya que ahí no venden ni hay agua potable, o algo para comer. En todo el camino hay buena señal de celular. No se permite ingresar en auto. Desde el portal de venta de entradas hasta el lago hay unas 8 cuadras de distancia. 

Para llegar desde Buenos Aires, circular por ruta nacional 5 y ruta provincial 65.

Desde La Pampa, ruta nacional 5 hasta Trenque Lauquen, luego ruta 33 hacia Bahía Blanca. Pasando Guaminí, tomar la ruta 60 a la derecha hasta Carhué.

La entrada cuesta $600 y allí se pueden adquirir artesanías variadas y barro curativo.


(Esta nota estará publicada proximamente en la revista digital de la Organización mundial de turismo OMPT)


©SilviaVázquez

Agradecimiento: Familia Roldán Dyckmans por el traslado y la compañía

También se puede ver en video, clickeando este enlace de youtube;

https://youtu.be/DkJoUmjt-El


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