Huellas en Navidad, un cuento de amor...en Navidad
Algo se agitó en la oscuridad, durante un tiempo largo permaneció tendido a la escucha inmóvil, con los párpados cerrados pero alerta para saber si el intruso regresaba.
Al mirar por la ventana no pudo distinguir más que la borrosa penumbra que le imponía la noche.
El cielo se encontraba oculto bajo una capa de fina niebla que se extendía por encima de los tejados.
En la mañana siguiente, aun con los párpados pesados, salió al jardín para investigar el ruido de la noche, la tierra húmeda por las lluvias del día anterior guardaba huellas de patitas chicas, parecía de un cachorro, buscó, pero no dio con él.
Dejó agua y comida, besó a su pequeño hijo y a su esposa que atareada ordenaba la cocina y partió a su trabajo.
Cuando regresó encontró el plato vacío y se alegró pues le gustaría tener un perro en la casa.
Armaron el árbol de Navidad, mientras su esposa hacia las compras para la cena pensó que el cachorro no regresaría.
Pero lo esperaba una grata sorpresa...
Esa noche en la cena de Nochebuena con sus padres, suegros y demás familiares la casa se llenó de ruidos y gritos de niños.
Cuando sonaron las campanas de la iglesia cercana y las casas se llenaron de risas, los niños acudieron al árbol que estaba en el patio coronado de luces multicolores a buscar sus regalos, su pequeño hijo llegó corriendo con un bulto en las manos, ¡Papá Noel me trajo un cachorrito!
Entre risas recordó haberle dejado unos patines, pero él no los vio...
El cachorro dormía debajo del árbol de Navidad, ese seguramente era el mejor regalo que tendrían ese año, su corazón latió de amor por ese pequeño ser indefenso.
María Teresa Di Dio
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Gracias por publicar mi cuento,Felices Fiestas a los lectores de las Misas Despierta s.
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