Campaña, NO A LA VIOLENCIA

 * Culminamos la convocatoria NO A  LA VIOLENCIA, publicando los trabajos seleccionados, entre más de 60 recibidos. No hubo trabajos de arte gráfica, por lo cual solamente se verán poemas y narrativa.

Una buena participación. Además publicamos en otra entrada, el resultado del trabajo realizado por alumnos y docentes de la Escuela Técnica Gral. Savio de Palpalá. Jujuy, que no solamente son interesantes sino que también fueron el motivo de reflexión y comprensión de un tema tan controversial y público como es la violencia.

A continuación , los trabajos seleccionados. Nuestras felicitaciones a todos los que enviaron y a aquellos que son publicados. Cada uno de los seleccionaos recibirá su diploma.

Cuestión de imagen

Ya no daba más.
La vida giraba tan lenta y estúpida…Los días le pesaban en sus jóvenes espaldas
cansadas, de chica de barrio; y además, pobre.
Cuando todos dicen que la adolescencia era un tintineo de risas, un mundo a descubrir,   una inmensa piñata del futuro, llena de sorpresas, plagada de promesas…
Pero  nunca pensó que la vida sería esto, compañeros tan idiotas, burlándose de ella: de su timidez, de su pobreza, de su gordura…
Se juró mil veces cambiar esa imagen horrenda que el espejo le devolvía sin piedad. Pero nunca pudo.
Hasta que vio esa mañana eso, en su Face.
Un inmenso cerdo con su cara. La imagen no tenía sonido, pero ella adivinaba el tumulto de risas, detrás de esa horrible figura.
Ese día, esperaron, expectantes, que ella entrase al salón.
Después de todo, era una broma ¿No?...
Nunca vino.
Hace horas está en un rincón del baño, como una horrible muñeca de trapo. Sus muñecas siguen  goteando, sus últimos momentos de vida.

                                                                                       Raquel Pietrobelli

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Mujer…y  derechos

Hay una voz que surge

en el grito audaz de la mujer

al decir “vivas nos queremos”

hay derechos, que se aprietan con el puño

hay en ellas dolores de la angustia.

Las ideas de libertad

pasaron por la mente,

hay que aprender a resistir,

contra los cínicos

hombres que quitaron los sueños,

entre la humillación y la condena

y la historia es parte de los hechos.

A veces los poetas

enhebramos pensamientos en los versos

que en horas aciagas

mueven las penas sin dejar olvidos.

Así las estrellas contarán

que en un vuelo encendido, las mariposas

llevarán un grito de alegría.

Y las fronteras se hicieron indispensables

en ayuda a esos derechos

por la recuperación de la libertad,

de la lucha de la mujer

para mantener su identidad                              

                                                                                Por ESTER VIDA – Mendoza - Argentina

                    

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Lo mejor de vos

  ¿Hace cuánto que no luchás? ¿Te vas a regalar ahora?  No, flaco. Vos no tuviste toda la culpa. Por más que algunos digan giladas del karma y eso. Si por lo menos te hubieras rebelado, pero no. Arrancaste de atrás sin conocer a tu viejo. Sin saber de dónde venías. Y eso es importante, cómo no. Cuando sos muy chico y te fajan por nada es porque algo esconden. Pero vos te dejaste estar. Y creciste así, medio silvestre.  Un rubio perdido en el montón de hermanos morochazos. Decí que vivías cerca de la cancha. Eso te salvó, si no te hubieras ahorcado hace mucho.

  Mirate ahora. Hecho mierda. Perdoná que te lo diga así, pero acá se nota que nadie te da bola. En una clínica como la gente tendrías psicólogo. Agradecé que te cambian el pañal.

  Con la Betty ibas bien, pero no te la creíste. ¿Por qué no te copiaste de los demás? No era tan difícil. Levantarse a las cinco, volver a las tres. Dormir la siesta. En cada cuadra había talleres y fábricas chicas. ¡Qué tiempos aquellos! Era cuestión de preguntar y ya tenías trabajo. Pero vos no, dale con la rabia. La Betty se cansó, pobre. ¿Qué le ibas a pedir a ella si apenas podía con su alma? Sí, ya te dije que la llamé el otro día. No, no le conté dónde estás. Me hice el que me había equivocado de número. Se la escuchaba bien, no sé, más vieja, normal. ¿Cómo le iba a preguntar por tus hijos si no me di a conocer? Tendrás que hacerlo vos. Estás a tiempo. Mientras hay vida hay esperanza.

  Los muchachos de la línea te mandan saludos. Bueno, algunos. Muchos amigos no tenías. Esa es otra. Mirá que tuviste oportunidades. Y otra vez te traicionó la furia. Ahora nos reímos, pero…. ¿Te acordás el día que un tipo te puteó no sé por qué y vos cerraste las puertas y te mandaste para la comisaría? ¡Cómo gritaban las viejas! ¡Se querían tirar del colectivo! Ese fue tu último laburo en blanco. ¡Pero cómo te diste el gusto! Muchos hubieran querido hacer lo mismo, ¡había que aguantar a cada boludo! Lo demás ya es historia sabida. Sí, cuando la Betty te rajó, o mejor dicho cuando el juez te sacó de la casa. Si no era por eso todavía estabas ahí. ¿No lo viste venir?

  ¿Y cuándo saliste a vender baldes de plástico por el barrio? ¡Sacaste chapa de buscavidas! Sabés, te tenés que sentir orgulloso. Sí, porque pateando la calle te hiciste más gente. ¿Te reís? Claro viejo. Yo no me hubiera animado nunca a hacer algo así. Dirán que estabas jugado, puede ser. Pero cuando viste venir el tren y al pibe que cruzaba distraído, no dudaste. Largaste todo. Los otros gritaban nomás, pero vos te tiraste y le salvaste la vida. No lo vi, pero me lo contó el diariero. Que la locomotora se llevó puestas tus piernas. Todavía se me pone la piel de gallina. Sí loco, eso no lo hace cualquiera. Al final, no eras el demonio. Qué va. No supiste vivir. Tuviste que esperar a andar vendiendo tachos por las estaciones para que saliera lo mejor de vos. Una pena.

  Otra cosa. Ni sueñes con que voy a averiguar cuánto sale un cajón. No te voy a ayudar a que te entregues. Eso no. Cruz diablo, che.

Autora: Graciela De Mary

Villa Ballester, partido de Gral. San Martín.

                 

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La decadencia de la sociedad

La sociedad de hoy se ha vuelto tan violenta, se han acabado los modos dóciles,

se ha terminado la paciencia. hoy vemos a cada instante,

que da lo mismo, herir, robar, matar, ya no importa a quien se lastima

ni la desidia con que se maneja la vida propia y ajena, la pequeñez que hoy para muchos significa vivir,

o lo que es peor lo poco que significa la vida del otro, la pérdida de la solidaridad,

y las convulsiones internas

de una sociedad destinada a fracasar...

Será la falta de oportunidades, será la decadencia política,

las paupérrimas conducciones, las dirigencias obsoletas,

la pérdida de los ideales,

el desapego a las buenas costumbres,

el olvido del permiso, del perdón, del gracias

el facilismo constante y la ausencia de premios y castigos, son el combo perfecto para la degradación del ser humano...

La pérdida de valores morales, la desaparición de la justicia,

y la negación de los actores políticos de turno,

convergen en una prolifera usina formadora de delincuentes,

niveles educativos cada vez más chatos, exigencias incumplidas,

planes facilistas, y ausencia de futuro, resultan en una sociedad violenta y agresiva...

La agresión en todas sus formas y modelos, contra la mujer, contra los niños,

contra los ancianos, contra los animales, contra las instituciones, contra las leyes,

contra todo lo que se mueva, respire o proteja algo en esta tierra,

el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, llevamos siglos tropezando, pero dia a dia lo volvemos a hacer...

Desde que nos levantamos hasta que terminamos nuestro día, nos vemos inmersos en un sin número de situaciones violentas, que no provocamos, pero que padecemos,

haciendo que nuestro dia se convierta en un pase directo, hacia el inframundo de un infierno diario,

al que poco a poco nos acostumbramos,

y terminamos entonces tomando algo inconcebible como cotidiano y natural...

Desde un estado que vive a años luz del común de la gente, donde se promete pero no se cumple,

donde es más importante el derecho del delincuente que el de la víctima, donde a cada momento surge un ilícito,

donde siempre y no importa en que, la culpa es tuya y solo tuya, así la sociedad se desgrana hasta hacerse añicos...

Se perdió el don y el arte de la palabra tal y como la conocíamos, en todos los órdenes el que comete el delito,

fuera cual fuera es el damnificado, la víctima, perdimos los valores y los principios,

y nos convertimos en habitantes de una jungla, donde el más fuerte es el que prevalece,

y habitualmente no es el que tiene la razón, donde quedo la sociedad de los justos ?, donde quedo la sociedad de los honestos ?, donde y en que se convirtió esta sociedad ?,

me encantaría alguna vez, conocer esa respuesta... !!!

Eduardo Garrido

               

¡GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR!

©Silvia Vázquez

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