viernes, 11 de diciembre de 2020

De cine y sus meandros-por Carlos Avalle









*Pienso en el final* en inglés: I Am Thinking of Ending Things
Excelente –peliculón– pero prepárense para un viaje en los laberintos de la mente humana. Es un film difícil de entender pero creo que esta interpretación les ayudará a transitarla y ver que estamos en el medio de una obra maestra. (Modestia aparte je, je, je. El pibe “sho” no tiene abuelita).

Comencemos por el título, siento que cometieron un grave error en la traducción pues en español debería haber sido: “Estoy pensando en finalizar cosas”, lo puntualizo pues es muy importante para entender parte del final de la película.

Les comento que el director es Charlie Kaufman, un detalle MAYOR ya que sus películas son “rarísimas” y difíciles de entender pues son como entrar en los meandros de la mente humana que tratan de desenredar los nudos gordianos agazapados en ella. Sus películas son océanos de metáforas, están llenas de significados, de idas y vueltas que si no tenemos una brújula, nos perderemos fácilmente. Creo que ahí está su fortaleza y al mismo tiempo su debilidad pues demuestra que su intelectualidad es tal que muchos quedamos fuera de su juego.

Cuando la vean, si deciden embarcase en mares turbulentos, tengan en mente que (para mí) se trata de la descripción de la vida de Jake y todo lo que sucede no es real, sino segmentos de su imaginación y partes de su historia que sucede dentro de su cabeza. Su novia, Lucie, quien va cambiando de nombre en el transcurso de la película, así como también de su profesión y ocupación, hasta la coloratura de su vestimenta cambia, no es la novia en la vida real, sino él mismo, ¿por qué?, cuando ella ve una foto de Jake niño dice: pero esa soy yo. También puede representar su deseo de tener una relación amorosa con alguien con quien él pueda florecer. Él es un simple, tímido, frustrado campesino, que creció en una granja y cada escena que le muestra a su “novia”, está describiendo fragmentos de lo que a él le hubiera gustado que sea. En ese ir y venir, aparecen los padres, que cambian de edad de acuerdo a las circunstancias, de adultos a ancianos, a jóvenes, van dando datos valiosísimos sobre su único hijo, información que nos ayudará a ensamblar las piezas de este rompecabezas.

El encargado de la escuela secundaria es el mismo Jake de adulto mayor, donde terminará sus días, las chicas que lo atienden en la heladería fueron compañeras de clase: las frívolas que se burlan del encargado y la “nerd” que camina desapercibida y solitaria por el pasillo de la escuela. Ello lo socorre y le provee lo que desea: el helado, profundidad, sensibilidad, reconocimiento, le dice que es bella, a la novia pero en realidad es a él.

Hay una parte que me encantó, muestran la puerta que va hacia el sótano, que está sellada con Cinta Scotch y del otro lado tiene marcas de arañazos (supuestamente del perro), qué habrá pasado en ese sótano, (territorio del subconsciente psicológico), qué habrá almacenado en él que tiene que ser protegido por algo tan feble como la cinta adhesiva, y que el mismo tiempo demuestra la fragilidad de esa defensa.  Lucy, que en realidad es Jake, quiere entrar el sótano y hay un forcejeo pero él no la deja, no se permite a sí mismo entrar en el pasado para no sufrir, no ver la vida frustrada que tuvo donde todos sus sueños de estar en un musical y ser famoso, ser el ganador de un premio Novel, ser exitoso y tener una novia como Lucie que sea inteligente, bonita, desafiante con quien tener esos interminables debates que se dan en el coche, camino a casa de sus padres, lo más probable es que sean diálogos internos que él esgrime consigo mismo, de una intelectualidad experta.
Noten como el encargado (a más temprana edad) mata al bailarín, así como Jake tuvo que matar toda aspiración de ser sobresaliente. Él se queda estancado en su pantano “brillante” pero pantano al fin y los fantasmas del pasado salen de juerga.
La mayoría de nosotros somos Jakes, somos personas que no nos atrevemos a ir más allá. Cuidado no sea cosa que nuestras vidas se reduzcan a una de las frases de 
Sabina: “No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”.

En un momento Lucie usa la palabra “Inefable”, adjetivo: Que no puede ser dicho, explicado o descrito con palabras, generalmente por tener cualidades excelsas o por ser muy sutil o difuso.

No veo la hora de que la vean y me comenten qué opinaron. ¿Están de acuerdo con mi interpretación? ¿Qué vieron ustedes? Es para charlar por horas pues está llenísima de cientos de detalles que, para mí, la hacen BRILLANTE.

Recomendada por @Susana Beatriz Herrera. ¡GRACIAS!

https://www.netflix.com/watch/80211559

 

*Derek*

DELICIOSA Mini-serie de 3 temporadas, 7 capitulos la 1°, 6 la 2° (todos de media hora) y uno la 3° de 1 hora.
Excelentemente actuada por l@s protagonistas, Ricky Gervais –Derek, y Kerry Godliman –Hannah y todo el elenco.

Se trata de la vida en un geriátrico, el día a día y las interacciones.
Un guion maravillosamente esgrimido, con contenidos y enseñanzas que nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre el trato hacia otros, sobre la aceptación, sobre el amarrocar dinero vs vivir con poco y reconociendo los tesoros que nos rodean.
Me he emocionado hasta las lágrimas por la dulzura y amorosidad con que se tratan; casi siempre con una aceptación incondicional a no ser que pase algo serio.

Me quedé en un estado de satisfacción, felicidad, y la bellísima sensación que “UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE”, solo hay que accionarlo.

Derek, en unas de sus infinitos cuestionamientos y reflexiones dice:
“Núnca es demasiado tarde; hasta que lo es”, cuando se trata de hacer algo amoroso para que cambia el presente, que puede ser hostil.

¡ALTAMENTE RECOMENDABLE!

Recomendada por @Matías Barrionuevo y @Rochi Rocio. ¡GRACIAS!

https://www.netflix.com/watch/70258471


*The Judge*
Muy buena película con 4 actores de primera: Robert Duvall, Robert Downey Jr., Vincent D´Ofrio y Billy Bob Thumton. Un juez que sirvió casi toda su vida a su profesión, se encuentra inmiscuido en un accidente automovilístico que termina con la vida de uno de los enjuiciados por dicho juez. A pesar de no quererlo, su hijo, lo representará. A través de tiempo nos vamos enterando de varios de los trapitos sucios de la familia Palmer, de la puja de poder entre hermanos, entre padre e hijos y de las exigencias de un riguroso e implacable papá/juez.

Por momentos cae en ciertos lugares comunes muy típicos de las películas hollywoodeanas pero se las ingenia para elevarse para la ocasión. Cuando veo films que plasman el ferviente deseo de l@s hij@s de ser reconocidos, aceptados y abrazados por quienes realmente son, toca una fibra muy íntima mía, aparece esa carencia, que a pesar de todo lo que he hecho, pareciera que nunca fue suficiente. Sé que lo fue, sé que lo es pero, típico de esas generaciones que tenían el rigor y la exigencia como maestro principal y vara de medición. A lo largo de mi práctica tuve varios pacientes que eran excelentes alumnos, pero cuando se sacaban un 9, los progenitores demandaban por qué no un 10. Entiendo demasiado bien que no estaban formateados para brindar ese espacio amoroso y contenedor; pero el sentir le gana a la razón y duele; a pesar de todas las terapias, gurúes, maestros, talleres, estudios, de todo el recorrido hacia adentro y hacia afuera, en el fuero más íntimo, aún sigo buscando la aprobación de mis progenitores. ¿Cesará la búsqueda en algún momento? Cuando lo veo, me emociona.

Leí por ahí: “Sin ser una maravilla, “El juez” entretiene de principio a fin y gusta mucho más en su tramo final”. Tal cual, el comienzo es medio soporífero.

Recomendada por @Rozana Goñi. ¡GRACIAS!

https://www.netflix.com/watch/70305896

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