Adiós inesperado
Con la muerte de nuestro Papa se cierra un ciclo para nuevamente abrirse otro.
Podés ser creyente o no. Pero eso no indica que no puedas sentirte admirado. Un argentino,
uno de nuestros hombres llegó a Roma.
El Vaticano recibió con su obra a un argentino. No cualquiera. Un hombre que se llevó hasta
Europa al barrio. Sus convicciones. Su calle, su letargo de vida familiar. Su cuadro de fútbol.
Aquel que nunca pisó nuestro país desconoce nuestras costumbres. Nuestros che, nuestras
charlas a viva voz defendiendo lo nuestro. Nuestros próceres. Nuestros atajos. El tango.
Las canciones y aquellos lugares que solo son nuestros. Atajos y secretos que solo
conocemos nosotros.
No voy a misa. Por eso no me considero pecadora errante. Rezo y conozco mis santos.
El papa Francisco fue eso, un hombre argentino que dejó su huella.
Murió grande de edad. E hizo movimientos con su palabra y acción marcando una época de
cambios.
Dijo –Hagan lío. A la voz de la juventud que no cesara en su peregrinar.
![]() |
foto:CNN |
Y aquí vamos. Vendrá otro nuevo Papa. Pero él será nuestro. Como el mate, las galletitas y el
río. Como Maradona. Y un pedazo de voz gritando fuerte.
Querido Papa Francisco Q.e.p.d.
©Mirta Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario