viernes, 9 de mayo de 2025

Entrevistas: Víctor Cunha Melo: "Trato de pensar a las personas o sus rostros, funcionando en el plano de la hoja"





Víctor Cunha Melo nació en Tacuarembó, un 11 de junio de 1951. Es un poeta, periodista y profesor de literatura uruguayo. Es egresado del Instituto de Profesores “Artigas” como Profesor de Literatura;  tiene un posgrado en Cooperación Cultural Iberoamericana por la Universidad de Barcelona. Incursionó en el periodismo, la crónica musical y la crítica literaria en numerosos periódicos y revistas. Su poesía ha sido interpretada y grabada por diversos músicos uruguayos. También se ha desempeñado como diseñador gráfico y fotógrafo. Como gestor cultural fue Encargado de la Oficina de Cultura en el Instituto Nacional de la Juventud y asesor en la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura. En la Intendencia de Montevideo dirigió la Sala Zitarrosa, el Museo de las Migraciones (Bazaar de las Culturas) y el Teatro de Verano “Ramón Collazo”.

Se realizó la exposición “Cristos & Cristales”, primera muestra individual del fotógrafo, el miércoles 9 de abril en @mapicafe, Montevideo.


Con autoridades de la Embajada argentina en Uruguay
en la Muestra "Cristos y Cristales"

                                          


A través de una serie de doce fotografías tomadas en el Cementerio de La Recoleta (Buenos Aires), Cunha propuso un recorrido visual donde la luz, los vitrales y el paso del tiempo se entrelazan en un juego de contrastes entre esplendor y abandono.

En esta muestra, la fotografía se convirtió en documento, poesía y testimonio de belleza persistente.

¿Cómo definiría su estilo en la fotografía?

No sé si se puede decir así pero soy casi siempre bastante realista. Y lo que más me interesan son los retratos. Los rostros dan información mucho más allá de los rasgos identitarios.

 

¿Qué le inspira a crear sus imágenes?

 Tratándose de retratos, voy tras un conocimiento de la persona, aunque nunca la hayas visto ni las vuelvas a ver. Los edificios también me interesan, pero desde puntos de vista no comunes.

 

¿Cómo elige los sujetos y lugares para sus fotos?

Trato de pensar a las personas o sus rostros, funcionando en el plano de la hoja. Imaginar lo que se ve por el ocular o la pantalla pero más grande, hecho foto.

 

¿Tiene alguna técnica o truco que le sea útil?

Las naturales de un fotógrafo. Si los ojos están a foco, el resto viene por añadidura.

 

¿Qué balance saca de su última exposición “Cristos y cristales”?

Es una experiencia diferente. Eso pensé mientras la iba construyendo, pero luego me di cuenta que por más que haya fotografiado vitrales, lo que estaba haciendo era fotografiar rostros. Así que me sentí cómodo conmigo. Y los que han visto la muestra creo que quedan satisfechos. Algunos creo que incluso logran captar el tema patrimonial que encierra el mostrar esas fotografías de los vitrales de las bóvedas de los panteones de la Recoleta. Un arte que funciona con la luz, como son los vitrales y que tenían un destino casi secreto, casi para no ser visto, que es aproximado a la gente por intermedio de otro arte, que también funciona con la luz como la fotografía, que los exhibe y los intenta poner en valor. Yo estoy muy contento de lo que pasó, hubo un proceso interior de darme cuenta de lo que hice, casi sin darme cuenta, seducido al principio por la belleza de las imágenes y luego por el granito de arena aportado.

 

¿Qué fotógrafos o artistas le influyen?

Es muy difícil hablando de fotografía encontrar algunos nombres. Con el desarrollo que tiene el género como arte y la práctica que también tiene como aficción, se cuentan por millones los practicantes de ella. La mal llamada Escuela de Nueva York es de las que más me interesan, pero en realidad soy un “mirador” permanente de todo lo que se me cruza. Creo que es un disciplina artística que incrementa la humildad. Son tantos los fotógrafos y son tantos los que son excelentes, que la tarea de uno empieza por reconocerse como un milimétrico punto en el universo.

 

En cuanto a la escritura, ¿Escribe todos los días o de manera más ocasional?

Escribo desde adolescente pero nunca he podido escribir todo el tiempo, ni ponerme horarios de escritura. Viene por rachas, la imágenes se van juntando y de repente se escribe.  A veces corrijo durante meses y a veces está listo desde el primer momento.

 

¿Cómo lidia con el bloqueo creativo?

No me preocupa. Tengo los años suficientes para saber que como viene se va. O por lo menos hasta ahora ha sido así. Este semana misma, me las he pasado corrigiendo una pequeña serie de poemas de desamor que me surgieron de pronto.

 

¿Qué autores o libros le influyen?

He leído suficiente como para saber que hay que elegir. Que por un lado están los grandes maestros, con los que uno aprende, como César Vallejo, Ezra Pound, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal y la lista podría ser extensa. Pero por otro lado están los que miro, paso y repaso a diario, como Miguel Hernández o Federico García Lorca. Según como venga el día de mi ánimo, me siento maravillado de los que escriben o maldigo por no tener el nivel con que ellos se expresan.

 

¿Tienes algún proyecto literario en mente? ¿Cómo se ve en el futuro como escritor?

 

Hace un par de años que algunos colegas, me están pidiendo, sugiriendo, rogando, gritando, etc. que debería hacer una antología general. Eso ha tenido varios planteos, que van desde unas Obras Completas a una Obra Escogida. No me queda claro. Seguramente terminará siendo un volumen grande, pero al que llamaré Poesía poca, como para justificar que nada de eso no deja de parecerme solamente un ejercicio de vanidad. Los escritores en general y los poetas en particular, venimos teniendo una invisibilidad tan abrumadora que a veces pienso que no vale la pena publicar. Y que si pudiéramos manejar la web con más claridad nos iría mejor…

                                      

¿Cuál de sus dos actividades es la que hace con más gusto?

La literatura (la poesía) y la fotografía, son cosas que vinieron unidas en mi caso. Aprendí a escribir antes (digo escribir concretamente poesía) que a fotografiar. Pero sobre fines de la adolescencia hacía ambas cosas con cierta mínima calidad. Y crecieron juntas. Me gusta decir que por un lado, hacía fotos y escribía poemas sobre esas fotos, y que por el otro hacía poemas y muchas veces iba a por las fotos que podrían ilustrarlos. Lo peculiar es que aún existiendo esa ida y vuelta a nivel de creación, nunca publiqué juntas ambas cosas. Los poemas no son para ilustrar fotografías, ni las imágenes son para interpretar poemas. Ambas son cosas muy serias e independientes, y la referencia cruzada está en otro nivel.

 

¿Y su participación en lo musical, como manager o como director de salas?

Ahí terminé haciendo de mi tercera instancia creativa, un medio de vida. Siempre estuve muy unido a los músicos y especialmente a los cantores. Para ellos escribí textos de canciones y para ellos saqué fotos que se necesitaban. Terminé trabajando en ocasiones como manager para algunos, y un día se dio la posibilidad de que el atendimiento profesional y de producción que hacía para uno o dos artistas, pudiera hacerlo para más artistas como asesor en la Direccción de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura y luego como director de la Sala Zitarrosa de la Intendencia de Montevideo, por ejemplo. Aunque no se crea la carrera de un músico es por lo general un ámbito de soledad, donde son contados los apoyos que logran, durante su desarrollo. En mi tarea como asesor en el MEC me tocó acompañar la implantación del concepto de “gestión cultural” para lo cual tuve que formarme. La primera vez que participé como alumno en un curso sobre el tema, dado por gente de la Universidad de Barcelona, iba anotando las cosas que había hecho bien, la solución a preguntas que me tuvieron desvelado por años, y pensaba con cierto desasosiego que hubiera sido todo más fácil, si esas clases hubieran existido cuando empecé a trabajar como productor artístico.

 Gracias Víctor

©Silvia Vázquez

 

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