Se cumplen 26 años de cuando el Tren Urquiza anduvo sin conductor en plena hora pico
Más de 500 pasajeros se encontraron a la deriva un día como hoy, pero de 1999, mientras regresaban de sus trabajos y no protagonizaron una tragedia de milagro.
Hace exactamente 26 años, un verdadero milagro evitó que el
Oeste sea el escenario de una tragedia sin precedentes luego de que una
formación del Tren Urquiza con 500 personas a bordo anduvo por siete kilómetros
sin conductor, a toda velocidad y en plena hora pico.
Todo sucedió un 5 de mayo de 1999 e involucró al convoy
número 1, cuyo motorman notó inconvenientes las puertas (tal y como ocurre en
la actualidad) luego de salir de Federico Lacroze a las 18:58 horas, por lo que
al llegar a la estación Antonio Devoto descendió en busca del guarda.
Como en ese momento las mismas abrieron con normalidad, el
hombre se dirigió nuevamente hacia la cabina, pero antes de que llegara estas
se cerraron rápidamente y la unidad arrancó sin nadie que la maneje y con
cientos de pasajeros en su interior. Atónito, el maquinista informó la
dramática situación y la empresa concesionaria Metrovías Sociedad Anónima (SA)
despejó desesperadamente la vía.
Los pasajeros del tren ni se inmutaron al principio
Mientras que los reportes internos indicaban que la unidad
había sido robada, los usuarios y el guarda no se inmutaron cuando pasaron a
toda velocidad por las paradas ferroviarias Coronel Lynch, Fernández Moreno y
Lourdes ya que era un recorrido semi-rápido.
La tensión aumentó en Tropezón, donde sí tenía que frenar:
no solo no ocurrió eso, sino que la aceleración aumentaba cada vez más. El
nerviosismo se apoderó del primer coche cuando tocaron la puerta de la cabina y
nadie respondió. Llegaron a José María Bosch, otra de las detenciones
estipuladas, y seguían a toda velocidad. Hubo gritos, llantos y pánico total.
Algunos empezaron a ir hacia el medio y otros lograron forzar el ingreso al
habitáculo de conducción. Al abrirlo, vieron que estaba vació y quedaron aún
más incrédulos, ya que se dieron cuenta de que se encontraban completamente a
la deriva. Se dirigieron al freno de emergencia, lo accionaron y no funcionó,
por lo que la desesperación era total.
El freno de la formación y las consecuencias del incidente
Afortunadamente, el guarda vino corriendo desde el último
vagón para tomar los controles y ahí pudo detener el tren ingresando a Martín
Coronado a las 19:24, con todos los pasajeros ilesos, quienes al salir pidieron
el libro de quejas e hicieron su descargo en medio de una indisimulable furia.
Después de los múltiples reclamos, Metrovías recibió una multa de 800 mil
dólares, aunque se desconoce que sucedió con el chofer y con los mecanismos de
arranque y detención. Lo que se supone es que un pedal que se encuentra en
todos los trenes e indica la presencia del conductor en la cabina ("hombre
muerto") quedó presionado por algún motivo.
(de : https://www.vivieloeste.com.ar/)
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