viernes, 30 de mayo de 2025

Narrativa: Estoy grande

 Estoy grande


Estoy grande, sí. Tengo los años suficientes como para no poder agacharme sin que me duela la cintura. Tampoco puedo correr agilmente como cuando era adolescente y ganaba las carreras de velocidad, ni mirarme al espejo sin ver  leves surcos en mi rostro. Pero también estoy grande para soportar faltas de respeto, injusticias y malos tratos. Estoy grande. Lo sé, pero llena de brillo, y no el de la ropa, no el del labial, ni de las sombras para ojos.

Estoy grande, pero no lo estoy para decidir lo que quiero y a quien quiero en mi vida y en mi círculo. No lo estoy para seguir amando, para acunar, para abrazar, para reír y para llorar cuando tengo ganas.

Estoy grande, porque no tengo la piel suave y sin manchas, pero me siento feliz de haber vivido lo suficiente para decir que estoy grande. No soy anciana,pero tampoco una joven. No soy descartable porque puedo hacer muchas cosas que hacía cuando no era tan grande. De otro modo, con otro apuro, con otra visión. Puedo escribir vivencias, puedo soñar, planificar y aunque mi ansiedad me acompañe, seguir haciendo…todo.

Puedo acompañar en todo sentido a quienes me aman, a quienes estuvieron cuando hizo falta.

Soy grande, ¿soy mejor que antes? No  lo sé, ¿soy peor? No lo sé. Soy diferente, madura, consciente, alegre, triste, protestona, cascarrabias, dulce,amable, y aún  me animo a disfrutar y a concretar sueños. Nadie es quien para impedírmelo, sino yo misma. Vamos, que puedo, vamos que aunque sea grande, la vida es bella, como dijo aquel poeta y vale la pena ser vivida.

©Silvia Vázquez

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