22 de febrero-Día de la Antártida Argentina
Reflexiones personales.
Cada 22 de febrero es inevitable que me surjan sentimientos encontrados, por un lado, celebro este año los 117 años de presencia permanente, Argentina es el país pionero con una presencia permanente tan extensa.
Por mi mente pasa el homenajear a nuestros pioneros, a quienes han dado lo mejor de sí para que Argentina esté presente en la Antártida, y solo daré algunos nombres, que no significa que olvide a otros, José María Sobral, primer argentino en invernar en la Antártida que, asesorando al Perito Francisco P. Moreno, el presidente Julio Argentino Roca firma el decreto 3073 fechado el 2 de Enero de 1904, adquiriendo las instalaciones de la Expedición Scotia, se abonaron $ 5.000 Moneda Nacional (hoy serían $ 0.00000005; desde 1904 a la fecha se le quitaron 13 ceros a nuestra moneda (el peso moneda nacional estuvo vigente desde 1899 hasta 1969).
Recuerdo a Hugo Acuña (jefe de la Estafeta Postal), quien izó por primera vez nuestra bandera en la Antártida. Recuerdo a las tripulaciones de la Corbeta Uruguay, desde la que fue en rescate de la Expedición de Otto Nordenksjöld (en la que participó Sobral) hasta las que fueron a reabastecer la base Orcadas.
Las condiciones de vida en los primeros tiempos han sido muy duros, considerando además la incomunicación, que recién el 30 de marzo de 1927 se lleva a cabo la primera comunicación telegráfica con Ushuaia, rompiendo así la incomunicación de las respectivas dotaciones desde 1904.
Pero más allá de aquella época heroica, me surge homenajear al Dr. Carlos Alberto Rinaldi que, gracias a él y su gestión La República Argentina logró tener una fuerte presencia científica en la Antártida, tanto en áreas de la ciencia como en áreas geográficas. Al Dr. Luis Roberto Fontana, partícipe de la fundación de la Base San Martín y, que acompañara al entonces Cnl. Hernán Pujato. A las dotaciones del ARA Bahía Paraíso, del Rompehielos ARA Almirante Irizar, grupos aéreos embarcados de la Armada y del Ejército, a las dotaciones de las distintas bases a quienes me han acompañado en cada campaña antártica (hice 20 campañas antárticas). Sin cada uno de ellos, todo hubiera sido imposible, por eso mi eterno agradecimiento.
Pero como todo no es un camino de rosas, también pienso en cosas tales como la gestión antártica, por ejemplo, la gestión antártica en la Cancillería, para mi es un error grave, ese Ministerio no sabe ni de ciencia ni de logística, ministerio al que sí, obviamente le reservo la representación y la defensa de nuestros intereses en los foros internacionales, pero nunca le dejaría la gestión. Somos un país con varios actores antárticos, por ejemplo, en 1969 fue creada la Dirección Nacional del Antártico por encima del ya existente Instituto Antártico Argentino (desde 1951), esto ya, en lo que hace a la gestión civil, nos hace bicefálicos y, no hay otro país en el mundo con algo así. Volviendo a la Cancillería, se mezcla en una Secretaría junto con las cuestiones de Malvinas, siendo que son regímenes totalmente distintos, donde además se nombran autoridades tanto en la Dirección Nacional como en el Instituto Antártico, de dudosa capacidad, sin que esto haga a otros valores personales, sobre los que no opino.
Realmente me gustaría que la gestión de la Antártida tenga otro protagonismo, que salga de una Secretaría para poder estar en el más alto nivel gubernamental, que los actores confluyan en una sola institución, que pudiera ser una Agencia Nacional Antártica, eliminando la vetusta y antojadiza Ley 18513 originada en un decreto ley de Onganía, de la que quedan pocos artículos vigentes y de ellos algunos ni se cumplen.
Queridos amigos, perdón por lo extenso de estas líneas, y seguiría, pero no quiero ser pesado
¡Viva la Patria, Viva la Antártida Argentina!
©Claudio Parica
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