viernes, 18 de junio de 2021

Escritora invitada: María Teresa Di Dío

 Una luz en la niebla

En medio de una carretera escarchada, cubierta de una densa neblina, el automóvil mantenía una velocidad constante,

¡Era una noche un poco extraña!

Tan solo faltaban unos días para la Navidad y él debía hacer un viaje de negocios.

Esperaba regresar pronto para reunirse con su familia.

La luna apenas se distinguía detrás de la bruma, era un punto difuso que dejaba entrever las sombras fantasmagóricas de algunos árboles, sin hojas, cuyas ramas retorcidas se asemejaban a largos brazos extendidos al cielo, que a su vez perseguían la ruta.

Otro recodo, y allí en medio de la ruta una sombra, que le obligó a clavar los frenos.

                                     

La sombra se elevó rapidamente a una velocidad increíble.

Después de unos minutos, creyó ver otra vez algo suspendido sobre los árboles.

Pero no había nada, tan solo su imaginación o su cansancio.

Estaba agotado y decidió que era un buen momento para descansar un poco, quizás hasta el amanecer, el sueño llegó pronto y con pesadillas.

Poco tiempo después aún de noche un ruido muy fuerte lo despierta, un destello blanco ilumina la parte frontal del automóvil, dejando un rastro de luz detrás de sí.

Una nave en forma de platillo acaba de posarse frente a él, un instante y Dani se encuentra dentro de la nave, que se eleva rápido hacia el espacio.

Cuando despierta se da cuenta que han pasado uno o dos días, se encuentra en un bosque verde y se ven montañas a lo lejos.

El camino se hace largo, no tiene agua ni alimentos, pero sigue caminando, hasta que un arroyo cristalino sale a su paso en el bosque.





Continua caminando- dónde estoy? qué lugar? ¿qué país?

Más tarde llega a un claro y la aurora boreal lo sorprende, sabe que no está al sur de América, dónde él vive.

Lo que le preocupa es cómo regresará a su casa, sin dinero, ni papeles y documentos que están en su automóvil.

No habían pasado muchas horas cuando ve un poblado, comienza acercarse y las personas lo miran extrañados, además no las entiende hablan otro idioma.

Dani está asustado, hambriento, con frio y sueño

Cuando ya las fuerzas lo abandonan, algo le llama la atención, un local donde hay comida y personas adentro charlando en las mesas.

¿Al entrar pregunta en voz alta_ Alguien habla castellano?

Varios son los que gruñen y se ríen...

Pero no se rinde, sigue insistiendo aún a costa de las risas que provoca.

¿portugués?

Una persona le responde y casi se desmaya al saber que se encontraba en Finlandia.

Pasaron los días, y muy pronto se adaptó al lugar…

Una noche que salía de su refugio, la sombra con destellos de luz blanca, avanzó nuevamente sobre su cabeza y en un segundo se encontró en su auto nuevamente.

Muy asustado por lo sucedido, ahora pensaba que simplemente fue un mal sueño, puso el auto en marcha.

¿Cuánto había pasado desde que le pareció estar en Finlandia?

Le pareció tan real, conduzco hasta llegar a su casa.

A la mañana siguiente seguía pensando en lo ocurrido.

Pero el almanaque decía que era día 24 de Diciembre! y él había salido el día 9 de Diciembre, que había pasado?

¿Por qué no recordaba nada?

Dos días después suena el teléfono, ¿hola estoy hablando con la casa de Daniel?

_Si…

Llamo desde Finlandia soy su amigo portugués, no me dijo que regresaba a su país.

Aterrado no supo que contestar. ¡Al fin no había soñado!

Le dio las gracias y le contestó que algún día regresaría.

Sin poder creer lo que había pasado, se dedico a llamar a su familia para reunirse esa Nochebuena, con abuelos tíos, hermanos y sus padres.

Y...no se le ocurrió contar lo sucedido, tan solo les dijo que su trabajo lo había mantenido de viaje varios días.

La cena fue muy linda junto a la familia, y los regalos que los niños abrían, haciendo un gran lio de cintas y papeles.

Daniel sigue sin entender, pero algún día sabrá la verdad..

©Maria Teresa Di Dio

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23 DE ABRIL DIA DEL LIBRO