viernes, 11 de junio de 2021

Leopoldo Lugones

 A 83 años del suicidio del escritor argentino, la experta en su obra, Graciela Perrone, ex directora de la Biblioteca Nacional del Maestro, nos cuenta más sobre la gloria y repudio que supo cosechar el autor, de quien todavía se especulan las causas por las que decidió poner fin a su vida, el 18 de febrero de 1938.


Engaño amoroso, vergüenza social, repudio antidemocrático, la página en blanco? Muchas son las especulaciones de por qué se suicidó el escritor argentino, Leopoldo Lugones. Al momento de su muerte, había dejado sobre la mesa media botella de whisky, un artículo inconcluso y una carta que decía: “No puedo terminar el libro sobre Roca. Basta”. En El Tropezón, una pensión de la localidad de Tigre, sus pupilas comenzaron a dilatarse, la piel perdió temperatura y aumentó el ritmo cardíaco. Luego llegó la sensación de ahogo y quemazón. Las pulsaciones se volvieron lentas, y los labios, la cara, las extremidades se tornaron azulados. Lugones había bebido un vaso de whisky con cianuro y, así, puso fin a su vida, el 18 de febrero de 1938.

64 años antes de ese momento, Lugones había nacido en el norte de la provincia de Córdoba, el 13 de junio de 1874. Desde joven tuvo inquietudes intelectuales y políticas, lo que hizo que, hacia mediados de la década de 1890, organizara uno de los primeros clubes donde se discutieron muchas de las ideas socialistas del momento. En Buenos Aires, ya casado, fundó con José Ingenieros el diario La montaña y, desde allí, criticaron las ideologías de la política de Juan B. Justo.


Paralelamente, nació su vocación de escritor: compuso poesías, cuentos, relatos, ensayos y una novela. Entre ellos: La guerra gauchaOdas secularesRomances del río Seco; conferencias dedicadas al gaucho y al Martín Fierro, que se publicaron en 1916 con el título El payador, reivindicando al gaucho como una figura cantora y alegre, alejándose del gaucho de la queja de José Hernández. Su única novela fue El ángel de la sombra.

A la vez, y a partir de su prolífica obra, Lugones se convirtió en uno de los primeros en inaugurar el modernismo literario en Buenos Aires: aquella revitalización de la literatura que acompañaba el crecimiento urbano de la ciudad. El autor trabajó por la renovación y enriquecimiento del lenguaje, inspirado en el simbolismo europeo, como la obra de Victor Hugo. Por otra parte, todo el contexto histórico que le tocó vivir estuvo atravesado por la pregunta sobre la identidad argentina. Por eso creyó más que necesario construir un idioma nacional. Para él, la lengua era una de las cuestiones más importantes de la nacionalidad.

El rol de la escritor y el destino de la nación siempre fue un vínculo presente en muchos de sus poemas. Por ejemplo, “La voz contra la roca” -publicada en su libro Las montañas de oro (1897)-, expresa la llegada de un poeta, un “héroe elegido por Dios”, para transmitir su mensaje al pueblo: el devenir del nuevo mundo. Borges fue uno de los primeros en posicionar a Lugones como uno de los escritores imprescindibles de la literatura argentina

Por otro lado, fue repudiado por sus ideas fascistas y antidemocráticas, al apoyar el golpe de Estado que fue encabezado por el general José Félix Uriburu. Lugones había bendecido la llamada “Hora de la espada” la que, para muchos de sus seguidores y contemporáneos, cobró más fuerza que su pluma.

Sobre su propio tiempo y el gobierno de Uriburu, Lugones expresó: “Ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada... Pacifismo, colectivismo, democracia, son sinónimos de la misma vacante que el destino ofrece al jefe predestinado, es decir, al hombre que manda por su derecho de mejor, con o sin ley, porque esta, como expresión de potencia, confúndese con su voluntad. (...) El ejército es la última aristocracia, vale decir la última posibilidad de organización jerárquica que nos resta entre la disolución demagógica”.

Cada 13 de junio, día de su nacimiento, se continúa celebrando el Día del Escritor.

La vanguardia de Lugones

Su obra quiere ser fundadora de una vanguardia literaria que supere la herencia hispanista y el modernismo de allende los mares y siente precedentes para el comienzo de la literatura moderna en nuestro país, con un castellano rioplatense que siente las bases semánticas de una patria grande.

Lugones es lectura devenida en escritura y acción. Sus ideas escriben políticas públicas en educación y arengas políticas. Como lo demuestran los materiales de su biblioteca privada, pone sus lentes en cuanta temática clásica o innovadora que llega a sus manos elegida cuidadosamente. Pero esa pasión por el conocimiento universal y nativo lo convierte también en un difusor de ideas como conferencista o catedrático, en un lector y escritor que piensa en los futuros lectores, cuando inaugura la sección infantil de la Biblioteca.

La obra de Lugones es prolífera en géneros y temáticas. Su prosa, su métrica y sus metáforas se entrecruzan con sus escritos, artículos y ensayos políticos que comienzan con su visión socialista desde el periódico La Montaña, sigue con La Tribuna integrándose “al orden conservador”, publica Mi beligerancia como último libro de inspiración republicana y comienza su giro hacia el fascismo con La grande Argentina y La patria fuerte.

(fuente: fragmento nota https://www.cultura.gob.ar/luces-y-sombras-de-leopoldo-lugones)


            13 DE JUNIO -¡FELIZ DIA DEL ESCRITOR!

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