Cuando se trata de nostalgia, muchos prefieren alejarse. Algunos adoran vivir de ella. Pero otros, simplemente se vuelven adictos y la adoptan como forma de vida.
En este nuevo film de Lisa Joy, la nostalgia se vuelve droga, y una muy peligrosa.
Nick Bannister es un investigador privado de la mente, que se dedica a introducirse en el oscuro mundo de sus clientes, para poder acceder a través de una tecnológica máquina, a recuerdos perdidos del pasado o simplemente a rememorar sucesos y sentirlos como aquella primera y única vez que sucedieron.
En un mundo distópico y lejano, o quizás no tanto, la historia transcurre en las costas sumergidas de Miami. Y aquí déjenme decirles que los efectos especiales de la película se llevan el premio. Durante las dos horas y media de film nos sumergiremos valga la redundancia, en un lugar tan frío como cálido, apocalíptico y tenebroso pero a su vez engañosamente pacífico y "natural".
Un día como cualquier otro Bannister recibe en su oficina a Mae, una muchacha elegante y tímida que desea recuperar las llaves de su departamento, y en consecuencia entrar en sus recuerdos para ver dónde la dejó.
Algo que parecía fácil de resolver, se convierte en un suceso tan peligroso como vertiginoso y atrapante, ya que Mae, después de un tiempo y meses de un apasionado romance, desaparece casi sin dejar rastros. Pero Bannister es capaz de dejar absolutamente todo, incluso su propia cordura, con tal de encontrarla.
Si te gustan las películas con muchos giros, de estilo "Noir", guiones laberínticos y suspenso, te la recomiendo al 100%. E incluso me atrevería a decir que es una de las grandes promesas cinematográficas de estos últimos tiempos.
Reminiscencia ya está en todas las salas del país.
©Ayelén Hernández
para Las musas despiertas
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