Poeta, traductora y fotógrafa, Susana Thénon formó parte junto a Juana Bignozzi y Alejandra Pizarnik de la Generación del ´60 en nuestro país.
Publicó cinco libros entre los que se destacan
particularmente los dos últimos: distancias (1987) y Ova completa (1987).
También dejó gran cantidad de inéditos que, tras su muerte, fueron recogidos y
recopilados por Ana María Barrenechea y María Negroni con la ayuda de Inés
Manzano. Formó parte junto a Alejandra Pizarnik de la revista Agua viva pero su
poética no está relacionada con la de Alejandra, ni tampoco con la de otros
poetas de su generación.
Entre 1970 y 1982 Thénon se dedicó a fotografiar a su
pareja, la bailarina Iris Scacheri. Algunas de esas fotografías se encuentran en
su obra completa reunida en los dos tomos de La morada imposible, publicada por
Corregidor en 2001 y reeditada en 2019.
El poema
vos
que leíste a Dante en fascículos
te dejaste llevar
por esos dibujitos
a los que llaman miniaturas iluminadas
y te tragaste todo
todo
de pe
a pu
pero es mentira
ese complicadero del infierno es pura macana
hecha a propósito para hacerte perder el tiempo
en calcular a qué círculo irán a dar
los huesos de tu alma
¿y sabés una cosa?
este famoso averno
es de una sencillez admirable
que no de balde su señor es astuto
llegás allí y te dicen
sos libre
andá y hacé lo que te dé la gana.
(de: Carolina Esses, curadora de Más poesía:
Este poema pertenece al último libro de Thénon,
Ova completa (1987), un libro de ruptura, transgresor que se acerca a Pizarnik
en algunos juegos de palabras, pero que tiene un tono particular, irónico, muy
personal. En el poema que lleva el mismo nombre, la poeta aclara en una nota al
pie: “OVA: participio pasivo plural neutro latino. Literalmente: huevos.
COMPLETA: participio pasivo plural neutro latino en concordancia con huevos.
Literalmente: colmados.” El libro se llama, entonces, Huevos colmados. Huevos
llenos. Pero Thénon, irónicamente, lo dice en latín, mofándose de esta forma
supuestamente elevada. La forma latina “OVA” también nos lleva a ovarios,
claro. Hoy podríamos ir más allá y pensar que el hecho de que el título esté en
género neutro ya invitaba a repensar en el año 87 la diferencia entre géneros.
“Ova completa” es una buena síntesis de lo que van a plantear los poemas: el
lenguaje va a estar presente en tanto juego –en el sentido de las vanguardias
del 20–, pero con una fuerte carga de sentido. De hecho, el primer poema del
libro es uno de los más leídos en las marchas del 8M, un manifiesto que
denuncia todo tipo de violencia contra la mujer: “¿por qué grita esa mujer?/
¿por qué grita?/ ¿por qué grita esa mujer?/”. En este libro Thénon incluso mira
con ironía a cierta intelectualidad y al propio campo poético. Así lo hace en
“La antología”: “porque tú sabes que en realidad/ lo que a mí me interesa/ es
no solo que escriban/ sino que sean feministas/ y si es posible alcohólicas/ y
si es posible anoréxicas/ y si es posible violadas/ y si es posible lesbianas/ y
si es posible muy, muy desdichadas”.
El poema que nos convoca empieza con un
vocativo: “vos”. Le habla a otro, a otra, a un otre. Pero, como sucedía con
“Sirena”, de Irene Gruss, esa invocación puede ser también la poeta hablándose
en espejo. Thénon hace uso de La Divina Comedia a lo Thénon: “vos”, dice, “qué
leíste a Dante en fascículos”: es decir se trata de un Dante de la clase media,
un Dante al alcance de la mano, comprado semana a semana en el kiosco del
barrio; un libro, incluso, con “dibujitos” que se aleja de la imagen que
tenemos de La Divina Comedia como libro inaccesible, difícil. Lo que sigue es
la descripción de una manera de leer. Una manera que no ha sido la de la
frialdad de la academia, sino la de tragarse todo: se trata de la lectora que devora
lo que lee. Devora y cree: lo lleva a la propia vida. Thénon describe la
lectura apasionada, esa que no analiza –al menos no en primera instancia- sino
que avanza cual Quijote o Bovary siempre hacia adelante mezclando la vida con
la literatura. Sólo que aquí de lo que se trata es de “creerse” el infierno.
Entonces, lo que viene es un balde de agua fría porque la poeta dice: “es
mentira”. En dos palabras el poema golpea y libera: todo ese complicado
engranaje de círculos del infierno –“complicadero” dice la poeta– es en
realidad mucho más simple, sencillamente es mentira. No hay castigo sino pura
posibilidad: “Sos libre/ andá y hacé lo que te de la gana”. No olvidamos que
unos versos más arriba nos recordó que el creador del averno es un “señor”. Tirando
un poco más del hilo de la interpretación podemos pensar Dante=Dios. Hay una
imagen preciosa antes, esa de “los huesos de tu alma”. Esta imagen sintetiza el
núcleo el poema. Thénon no piensa en un alma incorpórea sino al contrario, un
alma que supo ser de carne -“¿por qué grita esa mujer?”- y de la que ahora sólo
queda un resto material: el de los huesos. Y pareciera ser responsabilidad de
cada uno defender esos poquitos huesos. Proteger ese resto del cuerpo que
queda.
Como en Espantapájaros (1932) de Oliverio
Girondo –poeta al que admiraba-, en Ova completa, Thénon utiliza con libertad
el espacio en blanco de la hoja; recurre a juegos de palabras: “cosa casi
sagrada/ es una cosa casi sagrada/ una cosa casi/ casi sagrada”, dice en “La
disección”. Se trata de poemas que funcionan muy bien dichos en voz alta, que
se recitan, que tienen una dimensión performática. En otros poemas usa el
lunfardo, se ríe del lenguaje elevado, del “vosotros”, dice “yo no desciendo,
yo bajo” aludiendo a la diferencia entre las dos maneras de nombrar la misma
acción, ironiza en torno a la muerte.
Así como decíamos que la angustia de algunos
poemas de Pizarnik era personal, íntima, en Ova completa de lo que se trata es
de la angustia colectiva, una angustia atravesada por la ironía como
herramienta para cuestionar lo que se da por sentado o sacar a la luz lo que no
se dice.
Fundación
Como quien dice: anhelo,
vivo, amo,
inventemos palabras,
nuevas luces y juegos,
nuevas noches
que se plieguen
a las nuevas palabras.
Hagamos
otros dioses
menos grandes,
menos lejanos,
más breves y primarios.
Otros sexos
hagamos
y otras imperiosas necesidades
nuestras,
otros sueños
sin dolor y sin muerte.
Como quien dice: nazco,
duermo, río,
inventemos la vida
nuevamente
Thénon es una buena invitación para leer a Oliverio
Girondo, poeta al que admiraba y del que aprendió estos malabares del lenguaje
y el tratamiento del humor. También podés leer a poetas contemporáneas,
jóvenes, que trabajan explícitamente el feminismo como aquellas reunidas en el
colectivo Máquina de lavar: Josefina Bianchi, Marina Gersberg, Marina Mariasch,
Majo Moirón, Flor Monfort y Noelia Vera. Son autoras de La pija de Hegel
(Pánico el pánico). Marina Mariasch tiene una larga obra poética que se
encuentra reunida en Paz o amor (Blatt y Ríos).
(fuentes varias: experienciasencasa/poesia-susana-thenon-un-poema-de-ova-completa)
.................
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario