La tarde me sorprende en un abrazo de cálidos reflejos de un sol adormecido...
Mis ojos buscan el horizonte perdido...
La línea fueguina de amaneceres se desdibuja frente a un ocaso incierto...
Me sostiene la esperanza de encontrarme con tu ojos...
Con la mirada que cobija mis miedos.
Sostiene mi esperanza la inmaculada vasija, destilando gota a gota la bondades del ser, un recipiente ansiado, alquimia divina, conteniendo agua cristalina... Medicina del alma.
Así de simple...
Así...
Busco tus ojos con el deseo de encontrar tu mirada...
El tiempo se detiene en un último suspiro...
Me sostiene sólo, la esperanza del encuentro...
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