viernes, 6 de marzo de 2020

Entrevista a Laura Medinilla: “ El arte efímero te da oportunidad de vivir el presente”





El equipo “Elemento nieve” está formado por Laura Medinilla y Natalia Mumbrú.Ellos fueron seleccionados para participar en el encuentro de esculturas en nieve, en la ciudad de Nayoro,Japón. EL único equipo americano presente en el evento.
Me encuentro con Laura, una calurosísima tarde de marzo, y compartimos una hermosa charla, donde no solo fue calurosa la tarde sino las vivencias y experiencias vividas allá, del otro lado del mundo, hace muy pocos días.

¿Cómo les llega la invitación para participar en Japón?

Todos los años hacemos proyectos diferentes. Primero se hacen dibujos y pequeñas esculturas bocetos, que se mandan a diferentes lugares. Muchas veces nos mandan la aplicación y lo mandamos ahí. Una vez habíamos intentado entrar en Sapporo sin éxito y en Nayoro también, varias veces. Esta vez estuvieron interesados en el proyecto, lo eligieron y nos invitaron. El premio ya estuvo para nosotros cuando eligieron nuestro trabajo. No todo el mundo participa. El hecho de elegirte significa que te van a pagar en algunos casos todo, a veces una parte y siempre la estadía completa. A veces pagan una parte de pasaje y otras veces todo.

¿Consiguieron algo por medios municipales?

No, nada.

¿Cuántos participantes fueron?

Nosotros somos un grupo de tres: Natalia Mumbrú, Franco Fiscella y yo.

¿En qué ciudad se hizo la escultura?

Nayoro, queda en la provincia de Hokkaido, isla norte de Japón. Es la isla donde más nieva, más cerca de China y Siberia. Antes también nevaba en Tokyo pero el cambio climático hizo que casi no nieve actualmente.

¿Las herramientas las llevan ustedes o se las dan ellos?

Nosotros llevamos todas las herramientas, que las confeccionamos nosotros. Cada año vamos tratando de perfeccionarlas. Es muy difícil para nosotros participar en esto, es casi una aventura porque la mayoría de la gente que participa vive en la nieve, no es el caso nuestro. 

El único lugar para hacer esto en Argentina es Ushuaia. Ellos practican constantemente. La nieve no es toda igual sino que en este caso fueron cubos de 3 metros de alto y 3 de ancho que se compactan y se talla con herramientas grandes, cuando la nieve está muy dura  se talla con herramientas de hielo y siempre nos quedamos cortos.

¿Qué diferencia hay entre tallar en nueve y tallar en hielo?

Son diferentes texturas, el hielo es más patinoso y compacto; los concursos de hielo son de piezas no muy grandes, estos de nieve son  monumentales. Siempre fuimos rotando un tercero, nosotras somos dos (Elemento nieve) y vamos rotando  con ex alumnos, en este caso fue el marido de Natalia, a quien hicimos trabajas mucho. Es la segunda vez que nos ayuda in situ, el año pasado y este y en Rusia sacando fotos.
Hay dos posibilidades de participar: concursos y simposios, como hicimos el año pasado. Hicimos dos. En el simposio se lleva el proyecto y lo hace y termina todo. En el concurso hay una competencia.

¿Luego se elige un ganador?

Allá eligen. Hay un premio de los escultores, premio del público y otro de los jurados. Cada evento tiene un reglamento: por ejemplo cuánta nieve usaste de cada bloque, cuánta sacaste, la terminación, cuánto se parece al boceto que presentaste, cosas técnicas.

Es un trabajo cultural pero a la vez deportivo, amateur. La ropa la conseguimos nosotros.

¿Guantes?

Doble todo. Ya estamos acostumbrados. Normalmente el trabajo es largo y pesado, por eso digo que es deportivo de exigencia. Empezamos a las 8 de la mañana, y en este caso terminamos a las 10 de la noche.

¿Qué tiempo les llevo culminar la obra?

Tres días y dos horas más de un cuarto día. El tercer día trabajé 14 horas.

                                

¿No da pena que eso no exista más?¿ Que sea efímero?

Es la vida. Y el desafío . Cada vez que vamos es una nueva problemática que se presenta y una búsqueda de solución. En este caso paso que no hizo el frío al que ellos están acostumbrados. Cuando llegamos hacía -9 grados y es “caluroso” pare este tipo de trabajo. La nieve se congeló y al congelarse se hizo una capa profunda de hielo y nuestras herramientas no estaban preparadas.

¿Qué hicieron?

Bueno…el primer día fue muy difícil, no podíamos palear. Imaginate que somos pequeñas y trabajo con la flexibilidad, siempre arriba. Mis compañeros trabajan con la fuerza y sobre todo el varón que el primer día, estaba muy cansado. Había que sacarlo adelante. El orgullo, la pasión dijo “tenemos que poder”. Fuimos los únicos del continente americano este año y no podíamos dejarlo. Había monstruos alrededor porque es un evento de los más grosos que hay en el mundo. La gente que participa es top. Nos felicitaron por todo el trabajo.

¿Cómo se arreglaron con el idioma?

Inglés, y gestos, jaja.

¿Con la comida?

No había ido antes a Japón, fue maravilloso. Es entrar a una Matrix. Nosotros no podemos comparar lo bueno que también tenemos. Hay que decir las cosas. Las cosas que teneos buenas. Somos muy humanos, más afectivos, más emocionales, donde el afecto es fundamental. El contacto no existe para ellos. Cuando llegamos y decíamos “Hola!” y queríamos abrazarlos, se apartaban. Al tercer día venían y nos abrazaban ellos. 

Les decíamos que habíamos llevado un abrazo para el mundo porque el mundo se tenía que abrazar más. Son muy robots, ellos tienen que estar siempre trabajando y todo tiene que estar perfecto.
Hay una sobre exigencia y no se permiten el error. Nosotros somos lo contrario porque “atamos todo con alambre” pero se maravillaban que en tan poco tiempo y con tan poco, podíamos hacer tanto.

Es raro que no hayan valorado eso para premiarlos.

Sí, lo valoraron. El juez era ruso y a pesar que el organizador quedó muy comprometido con nosotros, nos decían que no podían creer lo que hacíamos, nadie sabía cómo, porque íbamos por la mitad, y al tercer día, salió la fuerza de no sé donde.
Menos mal que no se enfermaron.

Lo que me enseñó la nieve es a saber hasta dónde uno puede y más. Es a saber que los condicionamientos y las problemáticas se pueden solucionar, es saber que cuando algo te dice en tu vida “no se puede más”, ahí empieza. Como soy arteterapista, y comencé con eso al mismo tiempo que con la nieve, ambas tienen lo mismo: el proceso, qué hacés con el otro, la experiencia.

Lamentablemente mucha gente no entiende eso, y solo preguntan “¿cuánto ganás con eso?”

Es inexplicable. Me encanta el afecto pero, no lo hago por los premios, a veces tratamos que alguien nos apoye porque no sale poco dinero un viaje así, pero pudimos conseguir un pasaje más barato viajando muchas más horas y tuvimos la gracia que la Embajada Argentina en Japón nos recibiera. De diez es poco. Hay una razón: el Embajador es diplomático, no político, por lo cual, humildemente nos brindó su casa, dormimos en la Embajada, una mesa puesta  alrededor de los Berni, los Quinquela Martín, Perez Celis, platería y todo para nosotros. 

Gente muy amable y humilde, nos tratábamos de vos, contábamos lo que pasaba en el crucero. Hace tres años y medio que estaba en ese puesto.

Además de la ciudad donde trabajaron, ¿conocieron otras?
Fuimos a Osaka, al terminar el evento, estuvimos muy poco en Kyoto, y después estuve en un pueblo que yo había buscado por internet, a 76 km de Osaka, llamado Koyasan, a 900 mts sobre el nivel del mar, con nieve, todos monjes budistas.

Dormí en un Monasterio budista. Necesitaba esa paz, fue muy intenso, no se cómo  el cuerpo resistió tanto. En total estuvimos 15 días en total, de viaje 3 días de ida y 2 de vuelta. La vida no es tan cara como dicen, se asemeja a la nuestra sobre todo en la fruta (cuesta 200 pesos nuestros un kg de mandarinas).

Todo va a decantar de a poco. Tuve una semana al regresar  con jet lag y un cansancio espiritual y físico muy grande. Mi alma volvió hace menos de una semana. No paré nada, fue muy intenso.

Son 3 días, 16 grupos: de Mongolia, Corea del Sur, China, Rusia, Tailandia, Malasia (los conocimos cuando estuvimos en Rusia y volvimos a vernos ahora allá), los ingleses que conocí en Quebec. Somos una familia…con diferentes experiencias de vida en esos días mágicos.

Representaron a América, es mucho eso.

Nosotros ganamos un proyecto del Fondo Nacional de las Artes, un mapping, con el proceso de la nieve y no tenemos lugar donde exponerlo.
Ya hablamos en la Municipalidad de Tres de Febrero y San Martín, y no hemos tenido novedades.

Hay poca difusión del trabajo que han hecho. Este viernes en el Círculo de periodistas de San Martín, hay una presentación donde estará la Sra. Inés Palomeque, Presidenta de Mil Milenios    de Paz y los integrantes de Elemento nieve.

Hasta ahora, eso y esta entrevista fue lo único que se difundió, también Artistas visuales de San Martín, que iba mostrando nuestras fotos.

Creo que habría que insistir, porque el “no” siempre está.

Mi intención es continuar, pero ir dejando la nieve para empezar otros proyectos. Tal vez con arena.

Y es tan efímero…

Es la vida… el arte efímero te da oportunidad de vivir el presente, lo que te pasa hoy y estar enfocada en eso . Trato de enfocarme en lo que hay ; y en lo que no hay, no existe.

Lo válido es eso, el exitismo es una mentira. Hoy fui a Japón y mañana estoy paleando un pozo. Siempre tirar semillas, puertas abiertas. A veces uno cosecha sin imaginarse, como esto en la Embajada, que agradecimos muchísimo. La vivencia misma.
ELEMENTO NIEVE

¿Cómo definís a Laura Medinilla? No el curriculum, sino a la persona.
Soy apasionada, sobre todo. Tengo un  motor sostenible. Más allá de todo agradecida a la vida. Creo que la vida es una bendición: cada vez que te levantás es una oportunidad nueva de poder hacer algo, y si lo compartís y lo hacés por alguien, mejor todavía. Esto de la nueve es una parte más de lo que percibo de la vida , no  a nivel artístico sino a nivel humano. Saber que todos somos iguales, y aunque podemos tener diferentes idiomas y realidades, necesitamos las mismas cosas, vivimos de la misma manera y enriquece sumarte a otras culturas, y te sentís chiquito. Compartir, es lo que aprendí del arte. Ser uno, Esta vez fue un proyecto mío, la otra vez fue de ella, otra vez serpa de las dos, pero siempre es de todos. No puede hacerse nada solo, siempre dependés de otro. Es una red infinita cuando se hace de corazón con todos los errores que puede tener una persona. Eso te pule.

Tu experiencia personal en una palabra, de todo lo que has vivido

Yo la describiría como INTENSIDAD. No hubo un momento sin intensidad. Lo sintió el grupo. También acompañamiento, poder compartir y contar al otro, llorar, sufrir, disfrutar.

¿Pensaste alguna vez que ibas a ir a Japón antes de esto?

Muchas cosas me llevaron a Japón. Cuando me tocó coordinar “Japón en 3F” en la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad, me conecté con mucha gente relacionada con ellos: Embajada y muchos amigos que luego quedaron, y siempre decía que quería conocer. Me gusta mucho el Zen y no me imaginé que iba a ser ahora, pero cuando me dieron la noticia, yo estaba en el Cerro Uritorco, y no sabía que Natalia había mandado el proyecto también a Japón, así que fue una alegría enorme. Una señora de Barcelona que hacía registros akáshicos, me dijo que tenía una conexión con Japón y dos días después me entero de esto. Obviamente fui a contarle y se puso muy contenta, claro.


Con esto aprendí que todo es incertidumbre, salir de tu zona de confort. Te das cuenta que todo puede pasar.

Hay que concentrarse en lo que se hace y seguir adelante, enfocándose en lo que viene.

Encuentro con Laura
Hay un tiempo para todo, a pesar que todo iba bien, pensar en dejar. Cuando estuve en el Monasterio budista, el lugar lleno de nieve, dejé colgado los guantes todos destruidos en una tumba a un buda. Será una manera de “colgar los guantes”.
Me jubilé en septiembre y muchos me preguntaban que iba a hacer, yo siempre tengo cosas que hacer, y seguir viviendo, seguir disfrutando de otras cosas. Lo interesante es que esto va a dejar caer muchas fichas todavía.

Hay un proyecto en el Jardín Japonés, de una charla, que es una experiencia para ayudar a crecer, para la gente que cree que no se puede, que los sueños no se cumplen.



También hay voluntariados a los que me sumo, uno de ellos en un taller para ex presidiarios, que te demuestran que se puede salir adelante.

Soy muy inquieta.



OBRA TERMINADA "EL ABRAZO"

Lo vemos, lo vimos y seguiremos viéndolo, porque Laura no es de las que bajan los brazos. Seguramente pronto sorprenderá con alguna novedad. Solo hay que esperar.

©Silvia Vázquez

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