Solo, estoy a punto de perder la razón.
Jamas pensé que en cuarentena yo estaría.
Oh! ¡Cuánto te recuerdo, mujer mía! :
si no hay botón, mi apariencia es de un matón;
si el pantalón, se parece un acordeón;
si mi camisa, mejor huele un pez lisa;
si el pañuelo, arrugado es mi consuelo;
si no te apuras, pronto oirás de mis locuras
y nuestro amor se irá en un bote de basuras.
Si hoy desde muy de lejos te beso,
dime, ¿con que pasión te beso?
si mi cuerpo no recuerda tus ardores;
si mis labios ya no borran tus rubores;
si en mis ojos no se encienden los fulgores;
y tu lengua es dardo de cerbatana
que hiere de muerte mis amores.
©ABEL RIVERA GARCÍA.
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