Por siempre
La luna se
escondía detrás de unas nubes grises:
ahí estabas.
Dejaba de
sonreir, agitaba mis manos
y ahí estabas.
La brisa cortaba
la respiración
pero sabías que
yo, te necesitaba.
No hacían falta
palabras,
conocíamos
nuestras miradas.
Eran eternas
nuestras charlas.
Brillaba el sol
cuando compartíamos
aquellos momentos
de felicidad,
Se entornaba la
puerta del silencio
cuando la
tristeza invadía el corazón,
pero allí
estabas.
En el momento en
que más te necesité, estabas.
Cuando no supe a
quien rogar
por una vida que
se esfumaba, ahí estabas.
Estabas siempre,
hasta que partiste.
Aquel vuelo que
te llevó tan lejos, nos separó.
Ya no
estaban ni el mate compartido,
ni las tardes de
lluvia, o las historias.
Ya no habría encuentros
planeados
para relatos y
anécdotas .
El avión te llevó
lejos y lejos te fuiste.
Regresaste solo
por escasos momentos,
algunos tristes,
otros alegres.
Pero estábamos
ahí, ambas.
Creo que la
distancia aleja los cuerpos
pero no las
almas.
Convencida estoy,
que tantos kilómetros
escarchan el
corazón
pero jamás harán
que la amistad muera.
La verdadera, es
para siempre,
A pesar de todo.
Allí estaremos,
riéndonos a la par,
Allí estaremos,
al pie de una rosa
para deshojar
pétalos de recuerdos
cuando los años
nos pesen.
©Silvia Vázquez
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