No logro descifrar
De qué retazo está hecha la noche.
Tal vez una seda suave, sin costuras,
o un algodón repleto de manchas blancas.
Tendría que mirar con los lentes puestos
para darme cuenta
si los retazos están o no completos,
si tienen zurcidos o están intactos.
La cosa es que la noche se destruye con la tormenta
Los pedazos se caen esparcidos desde el espacio
desde las nubes negras que tapan
las estrellas.
Dentro de cada trozo de tela, está mi beso
que estalla en el piso cuando llega la noche
y los retazos caen en medio de la tormenta.
Ese beso que fue para tí
que jamás llegó a destino,
pero que aún permanece en un recuerdo.
©Silvia Vázquez
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