Poema A UN AMOR ESQUIVO.
Inexorable, ya el otoño avanza sobre mí.
A lo largo de mi luenga vida recorrida
he ganado y perdido mucho en él;
la esencia de mujer, las bellas flores
se me han ido y he dejado bien atrás
de mi corazón que ha amado tanto
los aromas de la vida, el dulce encanto,
mientras tú, ingrato amor de mi vida,
¡sabrá mi Dios, donde estarás!
He dado tanto amor a manos llenas
buscando a una amada de quimeras,
que en mi afán por encontrarla un día
solo he tenido puñados de marina arena
llenos de caprichos, sueños e ilusiones;
y aun mi afán por encontrarla sigue vivo.
En mi desventurado camino de amor,
siempre la fe, esquiva y pendenciera,
más que la dicha y los placeres,
me ha dado el valor para no desfallecer
ni rendirme a la cruel desolación
en medio del mar de mis silencios.
Hoy, mientras bajo las escalas del dolor,
no he cerrado aun las puerta del amor
ni he aturdido mi olfato con los aromas
de las estacionales rosas policromas,
porque entre ellas he de encontrar alguna;
o, tal vez, algún día, ¡me case con la luna!
ABEL RIVERA GARCÍA.
Imagen: cortesía de la red Facebook.
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