El nuevo
poemario de Emmanuel Lorenzo ya puede encontrarse en librerías de Madrid,
Valencia y Andalucía. Es el tercer libro del escritor argentino que residió en
Málaga durante 2019 y 2020. Fue editado por el sello español Azimut.
¿De qué están
hechas las utopías si no de barro resignificado? Ésa parece ser la pregunta que atraviesa
Todavía no es de noche en el paraíso, el poemario que el escritor argentino
publicó en la intimidad
de su larga cuarentena española a través de la editorial Azimut.
Durante su residencia
en España, a donde se instaló durante siete meses (noviembre de
2019/mayo de
2020) para estudiar un máster en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y
Derechos
Humanos en la Universidad de Málaga, terminó por darle identidad a un poemario que nace y
muere en la premisa de la empatía como paradigma de resistencia.
Conformado por
veinte poemas, sin demarcaciones de capítulo, el poemario se abanica como una sola voz
orientada a un único mensaje: el Otro. En este mapeo de las alteridades, los poemas se
registran como bemoles necesarios que reinterpretan la agonía individual en contraste con
la colectiva.
Desde la
contraportada se adelanta que se trata de “un manifiesto en defensa de la
esperanza que no reniega
del dolor” que bien podría parecer “un diario de cuerpos rotos, de guerras elementales y
treguas tardías, o quizás un breve ensayo sobre la fragilidad humana”.
El libro, que
cuenta con la curaduría literaria de Francisco Javier Rodríguez Barranco, las
fotografías de
Sol Lorenzo y los cianotipos de Mag Kandis, ya se encuentra disponible en
librerías de
Málaga, Madrid, Valencia, Sevilla, Granada, Cádiz, Albacete y Almería. Durante
julio, adelantó
el autor, también se podrá encontrar en algunos espacios de Buenos Aires.
Los puntos de
venta en España pueden consultarse aquí:
Sobre el
autor
Emmanuel
Lorenzo nació en el partido de Gral. San Martín, Buenos Aires, Argentina, el 17
de marzo de 1987. Es
licenciado en Periodismo y posee una maestría en Cultura de Paz,
Conflictos,
Educación y Derechos Humanos, que realizó en Málaga en noviembre de 2019.
Ha publicado
los libros Pájaros detrás de las paredes (cuentos; 2014; Imaginante) y La
felicidad de los témpanos
(poesía; 2018; Peces de Ciudad). Sus cuentos y poemas han sido recogidos por antologías
de CiLSaM, SADE, Dunken, y Gog&Magog, además de por revistas argentinas y extranjeras,
como El Corán y el Termotanque, Letralia, Kundra, Emma Gunst, Chubasco en Primavera y
Distopía.
Entre sus
reconocimientos, se distinguen los obtenidos en certámenes organizados por el
Municipio de
Gral. San Martín, Diversidad Literaria de Madrid, el Instituto de Cultura
Norteamericana
en Argentina y la usina de dramaturgia Serpiente Amarilla.
En 2018 y 2019
participó del Festival Internacional de Poesía Joven de Buenos Aires, de la
Noche de la
Poesía en la Ciudad y de la Feria Internacional del Libro. También fue
seleccionado
para integrar la Bienal de Arte del Ministerio de Cultura de la Ciudad de
Buenos Aires en su 25ava
edición.
La primera de
sus poesías es esta:
1.
Y hablo
de defender la ternura
desalambrarla
de intereses
hablo de
la ternura de entrecasa
la del
barrio, los amigos y la infancia
también
la de los desconocidos
de los
extraños de una vez, la multitud anónima y sensible
hablo de
los hambreados que duermen de pie
de los
que se desvisten pero nunca se desnudan
hablo de
los que lloran bajo la ducha y disimulan en silencio,
de la
ternura como un derecho
uno que
nos consienta cuando todos los demás callen.
Cuando
falte la ternura
podrá
haber orden
y hasta
paz
incluso
silencio
pero
jamás compasión
porque la
solidaridad es esa otra de forma de ternura
la que
desanuda rencores de época
y cambia
estadísticas por nombres
exilios
por marchas
y
finalmente
nos besa
las heridas de la historia
para que
ya no haya ellos, unos y otros
sino
siempre nosotros.
¿Qué sentiste
al publicar un libro fuera del país?
Pensarse viviendo en otro país es también pensarse extranjero. La posibilidad de publicar este poemario en España, y que -por ahora- sólo se diera a conocer allá, fue una emergencia de un nuevo sentido de comunicación. A menudo cuando uno se asienta en el exterior rápidamente te encontrás con la realidad del migrante, eternamente desigual frente a determinados cánones, en su mayoría burocráticos, las leyes invisibles del orden humano. La poesía, en ese sentido, es un lenguaje rupturista, esencialmente contrasistémico. El verso, en sí, es una forma de la contracultura. Este poemario fue un puente, una forma de presentarme desde otra perspectiva.
¿Qué expectativas tenés del nuevo libro?
El
nacimiento del libro, por sí mismo, ya es una meta alcanzada; por supuesto que
ojalá sea bien recibido y encuentre un lugar de originalidad en las librerías,
pero antes creo necesario agradecer a los procesos que permitieron alcanzar esa
orilla. Si todas esas latencias finalmente tienen lugar será porque primero una
editorial -en este caso Azimut- confió en la obra y decidió publicarla, con
todo lo que sabemos que ello implica, especialmente cuando se trata de un autor
extranjero.
Pensarse viviendo en otro país es también pensarse extranjero. La posibilidad de publicar este poemario en España, y que -por ahora- sólo se diera a conocer allá, fue una emergencia de un nuevo sentido de comunicación. A menudo cuando uno se asienta en el exterior rápidamente te encontrás con la realidad del migrante, eternamente desigual frente a determinados cánones, en su mayoría burocráticos, las leyes invisibles del orden humano. La poesía, en ese sentido, es un lenguaje rupturista, esencialmente contrasistémico. El verso, en sí, es una forma de la contracultura. Este poemario fue un puente, una forma de presentarme desde otra perspectiva.
¿Qué expectativas tenés del nuevo libro?
La lectura
de autores argentinos en España, de todos modos, no es una excepción, sino más
bien un hábito ganado a fuerza de talento; en las librerías tranquilamente
desfilan Schweblin, Almada, Harwicz, Saer y Piglia, así como Leila Guerriero y
Martín Caparrós hacen lo propio en las contraportadas de los diarios. La
literatura argentina supo construir un espacio entre la prolífera producción
hispana; el boom del ´60 es, sin duda, el punto de partida, ahora restar dar a
conocer otros nuevos lenguajes, acaso con menos vanguardismo que hace décadas
pero con más versatilidad en nuestras propuestas.
©Silvia Vázquez
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