Daniel Frini nació el 29 de octubre de 1963 en Berrotarán,
Córdoba, Argentina. Ahora es de San Martín, es nuestro,no lo devolvemos.
Ha ganado muchos premios y San Martín lo tiene como
referente. Ha sido jurado, por ejemplo en el Concurso Martín Fierro de
Microficción en 2018. Vive en Ballester.
Es Ingeniero Mecánico Electricista de profesión, escritor y
artista visual. Ha publicado en varias revistas virtuales y en papel, en blogs
y en antologías de Argentina, España, México, Colombia, Chile, Perú; y, además,
traducido y publicado en Italia, Portugal, Brasil, Francia, Estados Unidos,
Canadá, Uzbekistán y Hungría. Publicó “Poemas de Adriana” (Libros en Red,
Buenos Aires, 2000 / Artilugio Ediciones, Buenos Aires 2017), “Manual de
autoayuda para fantasmas” (Editorial Micópolis, Lima, Perú, 2015) y “El Diluvio
Universal y otros efectos especiales” (Eppursimuove Ediciones, Buenos Aires,
2016). Ha obtenido, entre otros reconocimientos, el Premio Internacional de
Monólogo Teatral Hiperbreve ‘Garzón Céspedes’ (2009, Madrid / México D. F.);
Premio ‘La Oveja Negra’ (2009, Buenos Aires, Argentina), Premio ‘El Dinosaurio’
(2010, Colombia), Premio IX Certamen Internacional de Poesía (2011, España),
Premio I Certamen Internacional de Relato Corto Nouvelle (2017, España) y el
Místico Literario del Festival Algeciras Fantastika 2017 (España).
Libros publicados:
“Poemas de Adriana” (2000, Ed. Libros en Red, Buenos Aires
// 2017, Eppursimuove Ediciones-Ediciones Artilugios, Buenos Aires).
“Manual de autoayuda para fantasmas” (2015, Ed. Micrópolis,
Lima, Perú).
“El Diluvio Universal y otros efectos especiales” (2016,
Eppursimuove Ediciones, Buenos Aires)
Antologías en las que participa:
“Visiones 2009”, cuento, 2009, Ed. Asociación Española de
Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (España) “Primera Convocatoria Abierta de
Cuentos Cortos Borumballa”, cuento, 2010, Ed. ENCONTES, Festival de Narració
Oral d'Altea (Alicante, España). “Antología Poética XX Aniversario de la
editorial ‘3+1’ “, poesía, 2010, Ed. 3+1 (Buenos Aires, Argentina). “Grageas 2,
más de cien cuentos breves hispanoamericanos, en el año del Bicentenario”,
cuentos, 2010, Ed. Desde la Gente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos
(Buenos Aires, Argentina). “Años Maduros”, poesía, 2010, Ed. Centro de Estudios
Poéticos, (Madrid, España). “The
language of the birds”, poesía, 2010, (Taskent, Uzbekistán). “Voz Hispana I”,
poesía, 2011, Ed. Mar en Proa, (México). “Nos da Poesía Volume 2”,
poesía, 2011, All Print Editora,(Belo Horizonte, MG, Brasil). “Grandes
Microrrelatos del 2011”, microcuento, 2011, La Internacional Microcuentista
“Lecturitmos”, poesía, 2011, Antología de Adriana Selrik (Madrid, España) “De
viaje”, microcuento, 2011, Antología de José Manuel Ortiz Soto (Chile) “Pupilas
- Cuentos de unicornio”, cuentos, 2012, Ed. Gaviotas de Azogue, Madrid/Mexico
DF. “Poetas del nuevo milenio”, poesía, 2012, Ed. Digital Letras Kiltras,
(México). “Tricentenario”, cuento, 2013, Ed. Desde la Gente del Instituto
Movilizador de Fondos Cooperativos (Buenos Aires, Argentina). “Lectures
d'Argentine (Auteurs Argentis du XXI siecle)”, cuentos, 2013, Ed. Université de
Poitiers (Poitiers, Francia). “Primeros Exiliados” cuentos 2013, Tahiel Ediciones/Amazon;
(Buenos Aires, Argentina). “Circo Gallatico” Serie Quasar. Cuentos, 2013, Ed.
Della Vigna; (Arese, Milano, Italia). “Érase una vez…un microcuento II”,
microcuento, 2014, Ed. Letras con Arte (Madrid, España) “Todo el país en un
libro”, 2014, Ed. Desde la Gente del Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos, Buenos Aires, Argentina. “Futbol en Breve - Microrrelatos del
Jogo Bonito”, 2014, Ed. Internacional Microcuentista (e-book). “Futbol en Breve
- Microrrelatos del Jogo Bonito”, cuentos, 2014, Ed. Puertabierta Editores
(Colima, México). “Hola Babel”, cuentos, 2014. Antología de Pierre Jean
Broulliar, (Francia). “Le Livre d'Or de Monsieur Dinosaure / El libro de Oro de
don Dinosaurio” Antología bilingüe (francés/español) Ed. Lectures d’ailleurs/Hors série bilingue -
Caroline Lepage; 2014. Ed. Université de Poitiers (Poitiers, Francia). “Alchemy
- Journal of translation” cuentos, 2014, San Diego’s Literature and Linguistics
departments, University of California (California, USA). “Antología Trinacional
de microficción ‘Borrando Fronteras’ “, Argentina / Chile / Perú; cuentos,
2014. Ed. Micrópolis (Perú)/Macedonia Ediciones (Argentina)/Ediciones Sherezade
(Chile) “Grageas 3, más de cien minificciones de América y el mundo”, 2014, Ed.
Desde la Gente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Buenos Aires,
Argentina. “Mundos – Dos años de Ficción Científica” – cuentos, 2014, Red
Ficción Científica (España) “Dimensiones de Belleza - 111 Cuentos Hiperbreves”,
microcuento, 2014, Ed. Comoartes. (México) “Eridano 12 Aniversario”, cuentos,
2014. Ed. Alfa Eridani (España). “Il meglio di Pegasus”, cuentos, 2015.
Antología de Paolo Secondini. Ed. Paolo Secondini/Pegasus. (Italia) “12.24 / 12
défis 12 retos, 24 autores 24 auteurs”, cuentos, 2015, Antología bilingüe
español/francés. Lectures d'aullieurs/Caroline Lepage (Francia) “El Fantasma de
las Navidades presentes”, cuentos, 2015, James Crawford Publishing, (España).
“100 Microrrelatos de Ciencia Ficción ArtGerust”, microrrelatos, 2012,
ArtGerust (España) “Cien páginas de amor”, cuentos, 2015, Ed. Desde la Gente
del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (Buenos Aires, Argentina).
"Viaje a la oscuridad - Antología del cuento breve", Editorial Lengua
de Diablo, colección Duendemalo, 2015, “Minimalismos” cuentos, 2016, Ed.
Sinergia (Buenos Aires, Argentina) “Microrrelatos de amor/desamor Brevilla”,
microcuentos, 2016, Antologa Lilian Elphick/Brevilla (Santiago, Chile).
“Espacio Austral” Antología Chileno/Argentina, cuentos, 2016. Contracorriente Ediciones
(Santiago, Chile) “¡Basta! Cien hombres contra la violencia de género”,
cuentos, 2016, Macedonia Ediciones (Buenos Aires, Argentina) “69”, microcuento,
2016, Editorial Altazor (Lima, Perú) “Come Hombres”, cuentos, 2016. Editorial
Pelos de Punta (Buenos Aires, Argentina) “Minimalismos 2 – Almacén de
Brevedades”, microcuentos, 2016; Ed. Sinergia (Buenos Aires, Argentina) “Pasión
Micrófila”, microcuentos, 2016; Ed. Libros al Albur (Madrid, España)
“Latinoamérica en breve”, microcuentos, 2016; Ed. Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco (México) “Il futuro in agguato”, cuentos, 2017; Ed.
Della Vigna (Italia) “Extremos”, cuentos, 2017, Puertaabierta Editores (Colima,
México) “MetaGalaktika 12 – Argentína”, cuentos, 2017; Galaktika Ed. (Budapest,
Hungría) “Dispara usted o disparo yo”, microcuentos, 2017, Antologa Lilian
Elphick/Brevilla (Santiago, Chile). “Vamos al circo – Minificción
hispanoamericana”, microcuentos, 2017, Antologan Agustín Monsreal y Fernando
Sánchez Clelo (México) “El Narratorio – Antología Literaria Digital Nro 13”,
cuentos cortos, 2017, Ed. El Narratorio (Argentina) “El Narratorio – Antología
Literaria Digital Nro 14”, cuentos cortos, 2017, Ed. El Narratorio (Argentina)
“Historias de primavera o verano”, antología, 2017, Ed. Letras con Arte
(Madrid, España) “Textos Fugados”, antología, 2017, Eppursimuove Ediciones/San
Martín Lee. (San Martín, Buenos Aires) “Geografías Imaginarias”, antología,
2017. Mariana Escobar Dangond y Cristina Castro (Bogotá, Colombia) “Literatura
barata y discos de goma”, cuentos, 2017, Cuentos Criollos (San Luis, Argentina)
“Nadie ve, todos saben”, cuentos, 2017. Promoción de la Cultura y de la
Educación Superior del Bajío, A.C. (PROCESBAC); Universidad Iberoamericana León
(León, México) “SdCF – Antología de Relatos 2017”, cuentos, 2017, Sitio de
Ciencia-Ficción (Madrid, España).
No vamos a publicar sus premios, porque nos quedamos sin
espacio. Si quieren saber más, por favor tómense un rato (largo) y busquen:
Web / Blog
http://danielfrini2.blogspot.com
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Quiero compartir con ustedes un excelente trabajo.
Siempre llego tarde a todos lados –
Daniel Frini
Tengo un problema: mi máquina del tiempo
atrasa.
He gastado
horas en darle cuerda de la manera correcta (no es conveniente forzar el
mecanismo, tal como lo demuestra el trágico incidente del Chichilo Sartori),
pero no hay caso.
Intenté
encontrar alguna ecuación que me permita compensar los desajustes (mi hipótesis
era que cuando más lejos hacia adelante o hacia atrás, más atraso del
mecanismo), pero no hubo caso. La he llevado al taller del Laucha Micheli —no
hay mejor relojero que él—. Consulté con el Manteca Acevedo, que de motores
cuánticos sabe una enormidad. Corregí el flujo de tempiones con una barrera de
interacción electromagnética de largo alcance, confiné las fuerzas de repulsión
electroestática para limitar la velocidad térmica, interferí en la relación
an/cat de manera de aumentar la energía de paso; pero tampoco me sirvió de
nada.
Y el problema
no es menor.
Me hice viajero
porque fue la mejor manera de aunar mis dos pasiones: por un lado, soy una
especie de científico casero al que le fascina construir dispositivos extraños;
y por otro, me encantan los episodios anecdóticos de la historia; así que,
cuando encontré los planos, no lo dudé; construí la Máquina y me lancé al
espaciotiempo, pero no hay caso.
Tres o cuatro
veces quise ver cómo perdía su cabeza Maria Antonia Josepha Johanna von
Habsburg-Lothringen, el veinticinco de Vendémiaire del año dos de
la República Francesa, a las once de la mañana, en la Plaza de la Revolución,
en París; y siempre arribé cuando los últimos curiosos están alejándose y el
verdugo Sansón limpia la hoja de la guillotina. Incluso una vez llegué en la
noche del veinticinco al veintiséis, y sólo encontré a un borracho orinando una
de las patas del cadalso.
Quise ver a
Martin Luther King y su «I have a dream» el veintiocho de agosto de mil
novecientos sesenta y tres, frente al monumento a Lincoln, en Washington; pero
solo encontré las escaleras llenas de papeles y sucias por las miles de
personas que las habían pisado; y a un grupo de relegados comentando, mientras
se alejaban, lo impactante que les había resultado el discurso.
Intenté estar
entre las catorce horas veinticinco minutos y las quince del 30 de abril de mil
novecientos cuarenta y cinco, en los techos del Reichstag de Berlín y resolver,
de una vez por todas si fue Melitón Varlámovich Kantaria, o Mijaíl Petróvich
Minin o Abdulchakim Ismailov el soldado que hizo ondear la bandera roja en el
portal del Parlamento alemán; y ver a Yevgueni Jaldei inmortalizar el
momento en una foto (ícono, si los hay, que marca el final de la Segunda
Guerra); pero no llegué, siquiera, a verlo guardando sus equipos. Ya eran las
cinco de la tarde, el tejado estaba vacío, y no había bandera.
Para cuando
pisé la Curia del Teatro de Pompeyo en Roma, en los idus de marzo del año
setecientos nueve at urbe condita; Bruto y los conjurados ya habían asesinado a
Julio César.
No llegué a ver
a Perón en el balcón de la Rosada, el diecisiete de octubre del cuarenta y
cinco. En Nagasaki ya había explotado la bomba. No quedaba ningún occidental en
Saigón. Los militares no me dejaron entrar al Groun Zero de Roswell. Los plomos
de los Beatles estaban desarmando los equipos de la terraza del edificio de
Apple. Mary Jane Kelly ya estaba muerta en su cama y no vi ni rastros de Jack
the Ripper. Los cadáveres de Mussolini y la Petacci ya estaban colgados cabeza
abajo en la estación de servicios de la Piazza di Loreto. El auto de Lady Di ya
estaba deshecho en el túnel a orillas del Sena, y rodeado de ambulancias y
autos de la policía. Apenas quedaban astillas de las maderas del puente sobre
el Kwai. De Juana de Arco sólo quedaban cenizas y dos o tres brasas que avivaba
un leve viento del norte. Dempsey estaba subiendo al ring después del terrible
uppercut de derecha de Firpo. Los árboles de Tunguska estaban caídos y en
llamas. Y, por supuesto, la policía ya había acordonado la Plaza Dealey de
Dallas y se habían llevado a JFK mortalmente herido hasta el Hospital Parkland.
No hay nada que
hacer. Siempre llego tarde a todos lados por culpa de este cacharro que me
costó más de diez años de trabajo, una monstruosidad en dinero, mi matrimonio,
el odio de mis hijos y el repudio de mis padres y amigos.
Por supuesto,
intenté varias veces volver a mil novecientos noventa y ocho para prevenirme de
este inconveniente con la esperanza de, en aquellos primeros pasos, encontrar
una solución adecuada y tal vez obvia en los planos sacados de la revista
Mecánica Popular del mes de marzo; pero, haga lo que haga, siempre llego
después de haber cerrado mi taller y mientras, de seguro, estoy dormitando en
el colectivo en el largo viaje de regreso a casa a esa última hora de la tarde.
Ni siquiera pude llegar a prevenirme para sostener, fuerte, el pasamanos, la
vez que el colectivo doscientos noventa y ocho frenó de golpe en la esquina de
Brandsen y Quirno Costa, por culpa de un taxista que cruzó el semáforo en rojo;
y que me valió una caída y un dolor en la espalda que me duró tres semanas.
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