Decir adiós
Me llegó la noticia varios días después al encontrarme casualmente con mí
tío en una parada de colectivo. Él Iba para el Saladillo, yo para Villa
Gobernador Gálvez.
Así charlamos un buen rato sentados en el 143. Finalmente se animó a
decírmelo.
No era la persona ideal para transmitir esa noticia.
Sus conversaciones eran siempre banales, iban constantemente en busca del
chiste fácil y de la anécdota varonil. Nunca le oí hablar de sí mismo ni de sus
problemas.
La clínica quedaba a pocas cuadras de casa. Fui en cuanto me libré de mis
obligaciones en Gálvez. Habitación 308 de la Clínica Belgrano. La puerta estaba
entreabierta .Allí estaba su apenas reconocible rostro entre sudor y vapores
sobre el blanco inconmovible de la sala.
Me alejé de la sala y de la clínica. Huí al no sentirme listo para abordar
tal escena. Me encerré en los trabajos y en los días. Y en las exigencias de mi
superior que no resultaban suficientes para mi necesidad de justificar el
abandono.
Esa semana mi tío llamó a mi puerta. Las anécdotas y los chistes tenían
ahora una pátina de tristeza y desolación.
Compartíamos la misma incomprensión, la misma sensación de injusticia.
Pero él seguía sin hablar del tema. Sin pedirme lo que me quería pedir.
Pero no hizo falta.
A la mañana siguiente compré un ramo de camelias y llegué hasta su
habitación.
La demacración seguía siendo una imagen difícil. Cuando cruzamos las
miradas. Raudos escalofríos atravesaron mi piel. Ella, como pudo, esbozó una
sonrisa plena.
Sus huesudos dedos jugaron con los míos. No recuerdo bien lo que le
dije. Seguramente palabras innecesarias.
Me senté un rato con su sonrisa.
Entonces los ecos de los tiempos se arremolinaron y apareció allí, la
enfermedad, la angustia, la década extraviada y el amor que en secreto nos
profesamos y que había estado allí intacto, esperándonos.
Lisandro Romero Carrier-Pilar, provincia de Buenos
Aires. Estudió cine, actuación y producción documental. Ha publicado cuentos y
poesías en publicaciones de México, Colombia, Venezuela y Perú. Ha ganado dos
premios literarios en Argentina. Como videasta ha participado en festivales de
cine en Argentina y Alemania. Ha actuado en cortos y mediometrajes. Dirige y
produce teatro.lisandroignacioromero@gmail.com
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