HILANDERITA DEL HUASCARÁN
Te vi una mañana rumbo al Huascarán,
pastando ovejitas con tu lento andar,
la espalda encorvada, la cabeza gacha,
la piel desgastada por el viento y el sol,
y tus toscas manos haciendo girar
el huso con lana que te ha de abrigar.
Coloridas ropas te hacen destacar
en medio de ese paisaje colosal,
tu rostro acongojado sólo cambiará
cantando las coplas para el Carnaval
el día en que al diablo desenterrarán.
Pedirás entonces a la Pacha Mama
que el próximo año no te falte el pan.
El tiempo no pasa en ese lugar,
apenas deambula....
en medio de aquel silencio espectral.
Caminas, caminas entre piedras toscas,
entre variopintos cerros inmutables.
Regresas al ocaso, guardas el rebaño
y al día siguiente otra vez tu viaje.
Leonor Pires
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