viernes, 17 de diciembre de 2021

Literatura Paraguaya- Por Silvia M. Vázquez





¿Cómo surgió la literatura en Paraguay?

Los primeros indicios de la creación literaria en Paraguay se remontan en el primer poeta que se asentaría de manera alternada en el Río de la Plata y posteriormente en Asunción. ... Llegó al Río de la Plata con la expedición de don Pedro de Mendoza en 1536.

Viaje nocturno de Gualberto o Recuerdos y reflexiones de un ausente, de Juan Crisóstomo Centurión, es la primera novela escrita y publicada como libro por un paraguayo.

Son varias las razones que explican el nacimiento tardío de la literatura paraguaya: el aislamiento común a todos los países australes de América durante la época virreinal; el gobierno teocrático jesuita de las reducciones, que duró desde 1606 a 1767, la abundancia de población indígena guaraní con idioma y cultura propios.

 

Obtenida la independencia, destacaron el historiador M.A. Molas (1787-1844) y el poeta patriótico N. Talavera (1839-1867). Tras la prolongada dictadura del doctor Francia, la guerra contra Brasil y Argentina (1865-1870) tampoco despertó la conciencia literaria del país y el mejor poema sobre esta calamidad nacional, La nenia, lo escribió el argentino C: Guido y Spano.

 

Sin embargo, la reconstrucción del país vio desarrollarse una generación de escritores paralela a las que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX en todos los demás países del continente. Por entonces, la poesía cuenta con los románticos tardíos I.A. Pane (1880-1920) y J.E. O’Leavy (1880-1969). El modernismo no encontró cultivadores hasta entrado el siglo XX; así el narrador R. Barret (1877-1910) y sobre todo los poetas E. Fariña Núñez (1885-1929) y M. Ortiz Guerrero (1897-1933).

 

Son varias las razones que explican el nacimiento tardío de la literatura paraguaya: el aislamiento común a todos los países australes de América durante la época virreinal; el gobierno teocrático jesuita de las reducciones, que duró desde 1606 a 1767, la abundancia de población indígena guaraní con idioma y cultura propios.

 

Paralelamente, la narrativa estaba interesada en la temática criollista, con autores como J.N. González (1897-1933) autor de los apasionados Cuentos y parábolas (1922). Los narradores de la generación siguiente han desarrollado una labor profundamente marcada por dos acontecimientos históricos: la guerra del Chaco y la era de los exilios.

 

Ambos temas son recurrentes en la obra de una serie de autores dominados por las figuras de G.Casaccia (1907-1987) y A. Roa Bastos (nacido en 1917). La poesía de vanguardia se inició con H. Campos Cervera (1908-1953) y Josefina. Pla (nacida en 1909), renovadores de una lírica que alternará el testimonio de la incomunicación y la soledad con la protesta política y social, o los acentos místicos. Entre los poetas más jóvenes destacan R. Vallejos (nacido en 1943), R. Dávalos (nacido en 1945), A. Ferreiro (1946) y P. Gamarra Roldán (nacido en 1948).

Escritores paraguayos


                                 

Roa Bastos y algo de su trabajo

Augusto José Antonio Roa Bastos fue un escritor, periodista y guionista paraguayo. Está considerado como el autor más importante de Paraguay y uno de los más destacados en la literatura latinoamericana.​​ Ganó el Premio Cervantes en 1989 y sus obras han sido traducidas a, por lo menos, veinticinco idiomas. Falleció en 2005 en Asunción, Paraguay.

Su obra está mayormente basada en su retrato de la realidad del pueblo paraguayo a través de la recuperación de la historia de su país, la reivindicación de su carácter de nación bilingüe (Paraguay tiene el idioma guaraní como lengua oficial) y la reflexión sobre el poder en todas sus manifestaciones, tema central de su novela Yo el Supremo (1974), considerada su obra maestra y una de las cien mejores novelas del siglo XX en lengua castellana según el periódico español El Mundo.También escribió cuentos infantiles.

 

El trueno entre las hojas, de1953. Contiene diecisiete cuentos:

Carpincheros, El viejo señor obispo, El ojo de la muerte, Mano Cruel, Audiencia privada, La excavación, Cigarrillos “Máuser”, Regreso, Galopa en dos tiempos, El karuguá, Pirulí, Esos rostros oscuros, La rogativa, La gran solución, El prisionero, La tumba viva y El trueno entre las hojas.

De  sus poemas, elijo este para compartir:

  

Los hombres

 

Tan tierra son los hombres de mi tierra

que ya parece que estuvieran muertos,

por afuera dormidos y despiertos,

por dentro con el sueño de la guerra.

 

Tan tierra son que son ellos la tierra

andando con los huesos de sus muertos,

y no hay semblantes, años ni desiertos

que no muestren el paso de la guerra.

 

De florecer antiguas cicatrices

tienen la piel arada y su barbecho

alumbran desde el fondo las raíces.

 

Tan hombres son los hombres de mi tierra

que en el color sangriento de su pecho

la paz florida brota de su guerra.

 

                                              

Josefina Pla

María Josefina Teodora Pla Guerra Galvany (Isla de Lobos, España, 9 de noviembre de 1903-Asunción, 11 de enero de 1999), más conocida como Josefina Pla, fue una poetisa y dramaturga paraguaya de origen español.

 

Escribió poesía, cuento, novela y ensayo. Tuvo una gran influencia sobre las futuras generaciones de intelectuales de Paraguay. A lo largo de su vida recibió numerosos premios y distinciones por su labor literaria, por su defensa de los derechos humanos y por la igualdad entre hombres y mujeres.

 

En 1926 llegó a Paraguay y se estableció en el barrio Villa Aurelia y luego en el centro de Asunción. De ese mismo año datan sus primeras incursiones en el ambiente artístico de la que sería su patria de adopción, pues presentó sus escritos en la revista Juventud, vocero de la generación de escritores del postmodernismo paraguayo. Desde ese tiempo y hasta 1938 viajó dos veces más a España junto a su esposo y, entretanto, colaboró en diversos periódicos y revistas del Paraguay con poemas, artículos y otros textos literarios.

El viajero

 

...Y, de pronto, el viajero

surgió. Sobre el sendero

sus pies dejaban pálido,

fosforescente reguero.

 

Vio mi mano en oferta,

y dijo: -¿Es para mí?-

(Yo no sé si despierta

o en ensueños le oí).

 

...Extasiado, mirándole

los ojos, se lo di...

¡Poder no pensar,

poderse abandonar,

como el pétalo al viento,

como al fuego el sarmiento,

como la astilla al mar!

 

Caminito escondido

Caminito escondido

que te embozas en sombra

y con grama te alfombras,

y al silencio haces nido:

 

Caminito escondido:

eres humilde y breve,

y tu surco es muy leve

entre el bosque tupido.

 

Medio sol de mañana,

un poquito de luna,

un hilo de fontana,

son toda tu fortuna...

 

¡Poco tienes, sendero

enflecado de sauces,

mas tú sabes, camino,

que breve, pobre, austero,

en sombra, eres el cauce

de un designio divino.

 

También yo sé, camino

que, aunque corto y umbroso,

te vio el dolor celoso

y el amor adivino;

 

que alguna vez, acaso,

pudo encontrarte al paso

el hada de la suerte,

 

y que, en noche sombría

o en el claror del día,

te sabrá hallar la muerte!

                                  

No quiero dejar de mencionar al escritor guionista Robin Wood, nacido en Paraguay, fallecido en el pasado mes de octubre , autor de historietas como Nippur de Lagash y  Gilgamesh entre otras. Famosísimo mundialmente. Tuve la suerte de conocerlo personalmente en la Feria de la historieta hace unos años. Robin escribió la historia de Nippur sin haber conocido ninguno de los lugares que describía en sus historias.

©Silvia Vázquez

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Colaboraciones:Ezequiel Cámara

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