Oriunda de San
Antonio de Padua, en los últimos años, me dediqué a enlazar la literatura con
las psicoterapias.
Confirmé que la
palabra escribe, escucha, sana.
Tiene vida propia y seduce la mía.
Desde entonces, soy feliz.”, dice la autora.
Letra viva, con rasgos personales y propios que llega al lector de forma sencilla y agradable.
Ella recibió:
* 1er premio
internacional microficción "Martín Fierro", 2019, San Martín lee, Municipalidad de San Martin.
* Mención especial, poesía Los templarios, España,2019.
Es
* Miembro de Laboratorio 2017- café literario, biblioteca Garabombo, Pdo. de San Martín.
* Integrante de la Escuela de Escritores CILSAM.
* Conferencista invitada: Encuentro de Poetas- 2018-2019, Capilla del Monte, Córdoba.
* Participó en el Encuentro de escritores, editorial G.E, Hotel Bauen, CABA.2019.
Es
* Letrista de: "Canturbe en prosa", con Jorge Garagotche, banda musical en vivo y poesía de autoría.
* Publicó en revista El Narratorio, Chile.
y en las siguientes antologías:
* Antología Letras
Vivas, edit Grupo de escritores, CABA, 2019, género poesía.
* Antología
,Junín, Pcia de BsAs, género relato breve.
* Antología
Cilsam, San Martín. 2019.
Taicamuju
En los
tiempos de Puertas Abiertas, los de arriba se negaban a dormir. Preferían
viajar.
Las primeras
fueron las estrellas. Mutadas, traspasaron los portales. Provistas de mochilas,
cargaron con algunos espejos. No por narcisas, más bien, para recordar.
- Si es
bello en lo alto; por debajo, será igual- y con esa motivación partieron.
Caminaron juntas, en hilera, por los bordes de éste mundo. Al ver una montaña,
decidieron conocerla. Le llamaron: Taicamuju; su primer hogar. Era víspera de
siembras; el pueblo moluche estaba despertando.
Otras,
enredadas con el arcoiris, copiaron la negrura de los nimbus, dando color a sus
cabellos. Tejieron trenzas muy largas, hasta el fondo del cañaveral. Se
fusionaron con el humus y muchas fueron semillas. El resto, eligió ser arroyo y
zorzal.
Enamorados,
los espinillos, crecieron entre sus reflejos. Jugaban entre sí con las quenas.
Al paso de las lunas, tierra y luceros, se convirtieron inseparables.
Enraizados, unieron el Cielo con la Pacha. Los habitantes, al llegar el
invierno, le tallaron vientres y placentas. Caciques y pueblo, danzaban con
rezos; los soles, competían en los altares.
Desde
aquellos días, los moluches siempre cosechan; mientras ellas, las estrellas,
siguen pariendo. Taicamuju, madre fértil, lo celebra.
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"los soles, competían en los altares"
ResponderEliminarLa mejor desde lejos .una persona a la que amamos tanto tanto .
ResponderEliminarNo tengo más que palabras de agradecimiento la llevamos en nuestro corazón ❤️ mamá de candela
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